Hoy se cumple un mes desde el trágico incendio de Campanar, un momento grabado ya en la retina de todos los valencianos. Fue el 22 de febrero a media tarde cuando las llamas en la terraza de una vivienda ubicada en la octava planta hicieron saltar las alarmas.
Nada más correrse la voz, los vecinos comenzaron a desalojar con velocidad el número 2 de la calle del Poeta Rafael Alberti, una acción para la que resultó vital la labor de su conserje, Julián García, quien arriesgó su propia vida para avisar a todos los propietarios a los que le fue posible mientras los bomberos ya trabajaban en la extinción de las llamas.
Sin embargo, no todos los vecinos lograron ponerse a salvo. Diez personas perdieron la vida, entre ellas una pareja que acaba de tener a su segundo hijo. La familia había tratado de bajar del edificio pero se les recomendó permanecer en el interior de la vivienda con los dos menores, un protocolo habitual que los bomberos aplican en caso de incendio.
Nadie esperaba lo que sucedió. En cuestión de minutos las llamas devoraron todo el edificio de 14 alturas. Además, el fuego se propagó al bloque de viviendas anexo en una jornada en la que el viento soplaba con ferocidad en Valencia.
10 VÍCTIMAS MORTALES Y 15 HERIDOS
Entre las imágenes más impactantes de la jornada estuvo el rescate de una pareja atrapada en el interior de una de las terrazas. Los bomberos tardaron horas en llegar hasta ellos en una peripecia que terminó en bitores por parte de todos los que presenciaron la escena. Las dos personas resultaron totalmente ilesas.
El fuego terminó calcinando la totalidad de las viviendas que formaban el complejo del barrio de Campanar, una urbanización comercializada como un espacio de lujo y altas calidades. El balance final fue de 10 víctimas mortales y 15 heridos, la mayoría de ellos bomberos.
Los vecinos fueron realojados en un hotel de Valencia e inmediatamente el Ayuntamiento se movilizó para ayudar. En cuestión de días, el bloque de viviendas de Safranar abrió sus puertas para recibir a las primeras familias de Campanar. Desde entonces viven en este edificio con viviendas de 2 y 3 habitaciones que rondan los 80 metros cuadrados.
UN ELECTRODOMÉSTICO, POSIBLE ORIGEN DEL FUEGO
El trágico incendio de Campanar habría comenzado en la cocina de la puerta 86 por el fallo de un electrodoméstico, seguramente la nevera, en lugar del mecanismo de un toldo de la terraza como al principio se barajó. El origen del incendio sería de carácter «fortuito» y por tanto se descartaría una responsabilidad penal.
Este jueves, a sólo unas horas de cumplirse el mes del incendio, accedían los primeros peritos de las empresas y compañías aseguradoras, entre ellas Synthesis, empresa que ya participó en la investigación del edificio Windsor en Madrid.
«Queremos ver el punto exacto donde empezó el fuego y recoger muestras de la fachada con técnicos de laboratorio para explicar por qué se produjo esa propagación tan brutal del fuego», explicaba ayer Félix César Alonso Moreno, presidente y director técnico de Synthesis.
Aunque el acceso del jueves fue una primera toma de contacto, el objetivo final es esclarecer cómo se originó el fuego y por qué se propagaron las llamas a tal velocidad. «Pocos días después de este incendio hubo otro en otra torre de Benidorm. Desgraciadamente dejó víctimas mortales, pero se quedó en ese piso y no se propagó por la fachada. El objetivo es estudiar de qué manera la fachada ventilada provocó una rápida expansión del fuego«, reseñaba Moreno.
EL EFECTO CHIMENEA, HIPÓTESIS DE LA PROPAGACIÓN
La comunidad de propietarios del edificio incendiado en Campanar presentaban esta semana una denuncia en el Juzgado de Instrucción número 9 de Valencia contra los responsables de la edificación. Se les acusa de un presunto delito de daños por «imprudencia grave» y posibles negligencias en la construcción.
Los propietarios consideran que «no solo habrá que averiguar cómo se produjo el incendio«, también creen que «habrá que investigar las causas por las cuales el incendio se propagó con tanta rapidez«. Según apuntan, «al parecer, la fachada coadyuvó a dicha propagación y ese hecho no es nada normal».
En la denuncia se solicita investigar y comprobar si los dos edificios incendiados se construyeron incumpliendo el Real Decreto 2177/1996, de 4 de octubre, donde se regulan las condiciones de protección contra incendios de los edificios. Además, se insta a abrir una investigación sobre si hubo negligencia o imprudencia en la instalación del revestimiento de la fachada o si el responsable podría ser el fabricante de las placas instaladas en la fachada.
Una de las hipótesis que se baraja es que, al margen de los materiales de la fachada, se diese un «efecto chimenea». Este efecto se refiere a un fenómeno peligroso que puede ocurrir en estructuras en llamas. Cuando un incendio se desarrolla en un edificio, especialmente en un edificio alto como el de Campanar, el calor de las llamas puede crear una diferencia de temperatura significativa entre el interior y el exterior del edificio.
Ahora continuarán investigaciones de los peritos que siguen entrando en el edificio acompañados de la Policía Científica. Estos trabajos serán claves para determinar todas estas cuestiones que todavía siguen sin una respuesta contundente.