El Ayuntamiento de Xàtiva ha presentado la renovada figura del ‘iaio’, el ninot indultado en 1943 y el más antiguo que se conserva en la localidad, tras haber restaurado la misma y subsanado los «problemas estructurales» de inestabilidad que presentaba.

El acto, de entrada libre, se ha celebrado en el espacio cultural de Sant Domènec. Después de su presentación, el ninot se quedará expuesto en este lugar hasta su traslado al museo fallero cuando finalicen sus obras.

LA UPV RESTAURA EL NINOT FALLERO MÁS ANTIGUO DE XÀTIVA

Esta figura obra del artista José García Tortosa «Vèrnia» (1915-1966) formaba parte de la falla ‘Coses que passen’ de la plaza Mártires de la Revolución (actual falla Sant Jaume). Ha sido restaurada por el Instituto de Restauración del Patrimonio de la Universitat Politècnica de València (UPV), entidad que ya llevó a cabo la restauración de dos gigantes del Corpus del siglo XIX.

A raíz de los «deficientes» métodos de conservación y manipulación, el ninot presentaba «problemas estructurales» de inestabilidad y una serie de faltantes, a lo que se sumaban las pequeñas intervenciones anteriores que infructuosamente tuvieron como propósito «garantizar su consistencia material de forma temporal«, según ha detallado el Ayuntamiento en un comunicado.

Durante el estudio técnico preliminar, iniciado a principios de 2022, se identificaron los distintos «daños y alteraciones» que presentaba la escultura, vinculándolos a los agentes de deterioro «más significativos». Con ello, se procedió a su intervención mediante procesos de conservación curativa y restauración que han garantizado» la estabilidad estructural de la obra y recuperado su «comprensión y legibilidad«.

NINOT DE LA FALLA SANT JAUME DE XÀTIVA DE 1943

La obra, datada a principios de la década de los 40 del siglo pasado, es una escultura polimatérica que se compone de un esqueleto de cartón al que se le articulan la cabeza y las manos de cera y que, finalmente, permanece vestido con ropa y complementos textiles de la época.

La figura está elaborada con un método de elaboración técnico y material que ha caído definitivamente en desuso, por lo que era interesante conservar uno de los pocos ejemplos de la escultura festiva valenciana de índole fallera que quedan con estas características.