La esperada reapertura de la línea de Metrovalencia en el tramo comprendido entre València Sud y Castelló, prevista inicialmente para el 21 de junio, podría demorarse algunos días más. Así lo ha confirmado este viernes el conseller de Infraestructuras, Vicente Martínez Mus, quien ha señalado que, aunque se está trabajando a contrarreloj, no se asumirán riesgos innecesarios en materia de seguridad.
Durante un acto celebrado en el Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo (CEAM), previo a una visita a las obras de reconstrucción de los talleres de València Sud, Martínez Mus ha insistido en que los plazos se están acelerando, pero que «no vamos a volvernos locos». Por este motivo, ha dejado la puerta abierta a un posible retraso si así lo aconsejan los técnicos responsables de la obra.
A pesar de este posible aplazamiento, el conseller ha asegurado que antes de que finalice el mes de junio, Metrovalencia volverá a estar operativo en esta zona afectada por la DANA, permitiendo restablecer la conexión ferroviaria con normalidad.
Obras complejas y robo de material
La complejidad de las labores de rehabilitación ha sido considerable. A los importantes daños ocasionados por el temporal del pasado mes de octubre, se suma el robo de más de 10 kilómetros de cable de cobre de las catenarias, dificultando todavía más la reposición de la línea. Martínez Mus ha lamentado este contratiempo, recordando que se trata de un problema recurrente para las infraestructuras ferroviarias de la Comunitat Valenciana.
Desde Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) se informaba el pasado viernes del inicio de las pruebas de electrificación en los tramos afectados, primero entre València Sud y Torrent, y posteriormente durante la noche en el recorrido entre Torrent y Castelló. Estas pruebas se realizan de madrugada para compatibilizarlas con los trabajos de instalación que continúan en horario diurno.
Aviso de seguridad por riesgo eléctrico
Con motivo de estas pruebas, FGV ha emitido un aviso a la ciudadanía alertando del riesgo de electrocución por contacto con los conductores de la catenaria, que operan a una tensión de 1.500 voltios. La empresa advierte de que cualquier interacción directa o indirecta, incluso mediante objetos metálicos, puede provocar accidentes de extrema gravedad.
Hasta la fecha, ya se han resuelto cerca de 100 incidencias repartidas a lo largo de los 50 kilómetros de vía afectados. Los trabajos han abarcado desde la reparación de drenajes y terraplenes hasta la reposición de vallados, canalizaciones eléctricas y telecomunicaciones.
Todo apunta a que la reapertura definitiva se producirá antes de que acabe junio, aunque la fecha exacta dependerá del avance de los trabajos y de las condiciones de seguridad garantizadas por los técnicos. Mientras tanto, FGV mantiene activo su dispositivo especial para acelerar las actuaciones sin comprometer la integridad de los operarios ni de los usuarios.