Valencia continúa afianzándose como Capital Verde Europea 2024. El Ayuntamiento, a través de la Junta de Gobierno Local, aprobaba el pasado mes de junio la ejecución de las obras de ajardinamiento del Jardín Trini Simó.
Se trata del espacio tradicionalmente conocido como ‘solar de Jesuitas’. Este se convertirá en uno de los principales jardines de Valencia, ubicado junto al Jardín Botánico de la ciudad.
De hecho, su situación, en el número 80 de la Gran Vía de Fernando el Católico, próxima también a otros destacados espacios ajardinados, como el Jardín de las Hespérides y el colegio de Sant Josep, así como su proximidad al Jardín del Turia, harán de esta zona un punto verde de referencia en la capital.
La actuación supondrá una inversión de más de 3,6 millones de euros y resolverá la situación de una manzana de la ciudad que ha sido fruto durante años de actuaciones administrativas y movilizaciones ciudadanas.
MÁS DE 8.000 M2 DE JARDÍN
El diseño del nuevo jardín es fruto del concurso de ideas del que resultó ganadora la propuesta titulada ‘Bardissa’. Se trata de una obra realizada por especialistas en arquitectura, botánica, arqueología, arboricultura e ingeniería industrial, liderado por el arquitecto Carmel Gradolí.
Según la propuesta, el nuevo jardín será un espacio singular inspirado en el paisaje agrícola valenciano, concretamente en la huerta que rodea a la ciudad de Valencia, en memoria del uso que tuvo originariamente.
El proyecto ejecutivo contempla una superficie total de actuación de 8.425 metros cuadrados. Dentro de dicho espacio, 3.998 corresponden a superficie del jardín y los 4.427 m2 restantes, a espacio público.
UN JARDÍN INSPIRADO EN LA HUERTA VALENCIANA
El jardín Trini Simó se configurará como un nuevo jardín hortofrutícola inspirado en la producción alimentaria de la huerta. Este incorporará los tres elementos que la definen: los huertos, los caminos y las acequias. Además, habrá setos, plantaciones aromáticas, edificaciones y plantas útiles que no son de cultivo.
El futuro parque Trini Simó evocará el paisaje de la huerta, con cajas de acequias para el riego de los campos y caminos bordeados por plantas. También habrá un porchado de parras para el encuentro a la sombra y una gran orla arbolada para conectar con el entorno.
Se prevé utilizar baldosa fabricada con biomasa de manufactura local y muros con tapia de cal. El conjunto, tal como explicaron sus promotores en la presentación del proyecto, facilitará la accesibilidad, fomentará la biodiversidad, complementará los huertos didácticos del Jardín Botánico y dispondrá de espacios para el descanso y la reunión.