Barricadas de fuego en las calles de Barcelona.

Asaltar la Delegación del Gobierno de Cataluña era el objetivo que se marcaron los independentistas en la jornada de este martes en una tarde donde la violencia fue la principal protagonista. Vallas arrancadas, contenedores quemados y barricadas en diferentes puntos de Barcelona fueron algunas de las imágenes más impactantes que supusieron la intervención de los Mossos d’Esquadra para tratar de frenar la batalla campal que finalizó con más de una veintena de detenidos.

Además, según las últimas cifras del Sistema de Emergencias Médicas (SEM), los altercados del martes se saldaron con 125 heridos mientras que fuentes de los Mossos han señalado que 57 de sus agentes y18 de la Policía Nacional también fueron atendidos.

Agentes de la Policía Nacional durante los altercados en Barcelona.

Ante esta situación, el Gobierno socialista en funciones emitió anoche un comunicado de urgencia con el que se ha amenazado de intervenir aplicando el artículo 155 de la Constitución o la Ley de Seguridad Nacional con el objetivo de «garantizar la seguridad y convivencia». Además, en él se ha dejado claro que «no estamos ante un movimiento ciudadano pacífico, sino coordinado por grupos que utilizan la violencia en la calle para romper la convivencia en Cataluña».

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha condenado la violencia a través de la red social Twitter donde ha anunciado que hoy se reunirá por separado con los líderes del PP, Pablo Casado; Ciudadanos, Albert Rivera, y Unidas Podemos, Pablo Iglesias, con el objetivo de analizar la situación catalana tras la sentencia del ‘procés’.

El Gobierno ha manifestado su «profundo reconocimiento» a los cuerpos de seguridad que velan por mantener el orden en Cataluña y ha enviado un mensaje de apoyo a todos los que trabajan por «la convivencia en Cataluña».