Valencia estalla contra el botellón:
Un agente de la Policía Local de Valencia patrulla una calle de la ciudad.

El problema del botellón continúa siendo un problema diario en las calles de Valencia. La masificación de personas, el ruido hasta altas horas de la noche y la suciedad de las vías son algunos de los factores que más preocupan a los vecinos que cada fin de semana viven en primera persona una pesadilla real que les impide concebir el sueño.

Benimaclet, plaza de Honduras, el Cedro y los jardines de Blasco Ibáñez son los principales puntos de los botellones. De jueves a domingo centenares de jóvenes se concentran en las calles de Valencia bajo los hogares de numerosos vecinos.

La situación ya ha llegado a las autoridades pero los ciudadanos piden más solucines. Señalan que la situación «es muy crítica» y tachan el botellón de un «problema de salud pública». Así lo denunciaba este miércoles por la tarde en la sección Denuncia Ciudadana de ‘Valencia en Abierto’ la presidenta de la Asociación de Vecinos de Ciudad Jardín, Chelo Frígols.

Frígols asegura que en estos momentos «ya no es sólo el ruido, que es una agresión a la salud». Ahora advierte que el barrio está viviendo actos vandálicos e incívicos continuamente. «Ha habido agresiones a algunas personas, se han roto puertas y se han roto ascensores. Además de todos los orines que desde el jueves por la noche hasta el domingo circulan por toda esta zona».

EL CORONAVIRUS TRIPLICA EL BOTELLÓN

El problema del botellón no es nuevo. La presidenta de la Asociación de Vecinos de Ciudad Jardín admite que llevan desde 2007 denunciando la situación. Sin embargo, declara que ha sido el coronavirus lo que ha desatado la situación. «Después de la pandemia se han sobrepasado todos los límites, se ha triplicado o incluso más. Podríamos hablar de 3.000 a 4.000 personas sólo en este trozo de Valencia«.

«Ahora imaginad a esas miles de personas llenas de tóxicos y pasados a todos los niveles gritando y haciendo de todo. Desde actos vandálicos a actos incívicos y eso hasta las 08:00 u 08:30 de la mañana. El domingo al salir de casa aún pude ver como la policía iba detrás de algunos de los que estaban haciendo botellón«.

Chelo Frígols tiene clara su denuncia: «le pido al Ayuntamiento que actúe antes de que hayan problemas más graves». De momento el consistorio ha anunciado novedades entre las que destaca una mayor presencia policial; el cierre con vayas de los puntos conflictivos; y más sanciones incluyendo a los estudiantes extranjeros que participan en estas fiestas urbanas.