La Guardia Civil procede a una nueva inspección ocular de la vivienda en la que supuestamente se descuartizó a Marta Calvo
La Guardia Civil durante la inspección ocular de la vivienda en la que supuestamente se descuartizó a Marta Calvo.EFE/ Raquel Segura

Agentes de la Guardia Civil han encontrado restos biológicos en una de las tuberías de la vivienda en la que supuestamente se produjo el descuartizamiento de la joven Marta Calvo. Este hallazgo se ha producido durante la última investigación en el piso donde el autor confeso, Jorge Ignacio P.J., también estuvo presente para guiar y relatar el modus operandi del crimen.

Aunque dicha vivienda situada en el municipio valenciano de Manuel ya había sido inspeccionada en profundidad habiéndose desmontado tuberías y parte del suelo, no ha sido hasta este nuevo examen cuando se han localizado jirones de piel con vello en una arqueta del desagüe de la ducha en la que Jorge Ignacio declaró que había descuartizado el cadáver de la joven.

A este encuentro se le ha sumado la identificación de las trazas de una de las sierras empleadas por el detenido lo que confirmaría el relato de Jorge Ignacio quien se echó a reír en el momento de encontrarse los restos e incluso pidió verlos sin reflejar ningún signo de arrepentimiento, tal y como recoge el diario Levante EMV.

La inspección llevada a cabo este martes por agentes de la Guardia Civil en la casa de Manuel (en la imagen) en la que supuestamente fue descuartizada Marta Calvo. EFE/ Manuel Bruque

Mediante el uso de luces forenses y dos perros adiestrados para detectar restos biológicos, los agentes de la Guardia Civil encontraron los pequeños trozos de piel que se analizarán minuciosamente para determinar la procedencia de su ADN aunque los resultados no se conocerán hasta dentro de 10 a 15 días.

Mientras tanto, los agentes continuarán la búsqueda de los restos del cuerpo de Marta en el vertedero de Dos Aguas ya que, según las declaraciones del autor confeso, es el lugar donde deberían aparecer.

EL MACABRO RELATO DEL CRIMEN

Fue el pasado 7 de noviembre en la localidad de Manuel cuando Jorge Ignacio P.J. y Marta Calvo se citaron tras conocerse en internet. En dicha cita, tal y como aseguró Jorge Ignacio, mantuvieron relaciones sexuales en las que consumieron un total de seis gramos de cocaína en lo que se denomina «fiesta blanca».

La fiesta blanca es una práctica altamente peligrosa ya que, según los expertos, la absorción de esta droga por medio de los órganos sexuales es más rápida y los efectos pueden producirse en cuestión de segundos llegando a causar problemas cardiacos e incluso la muerte.

«Descuarticé el cadáver porque no podía sacarlo sin que me vieran los vecinos»

Tal y como explicó el periodista Nacho Abad en el espacio de Antena 3 ‘Espejo Público’, el detenido negó haber asesinado a la joven y aseguró que fue al despertarse junto a ella cuando descubrió que «su cuerpo estaba rígido».

Según Jorge Ignacio P. J., lo primero que realizó fue desnudar a Marta y arrojar su ropa junto al bolso y el teléfono móvil en un contenedor situado al lado de una gasolinera de la Llosa de Ranes. Tras esto fue a l’Olleria, lugar de residencia de este, donde compró bolsas de basura y guantes de látex en un supermercado y finalmente acudió a una ferretería donde adquirió dos sierras.

La Guardia Civil continúa la búsqueda del cuerpo de la joven Marta Calvo en el vertedero de Dos Aguas. EFE/Manuel Bruque

Al volver al piso de Manuel, el narcotraficante se desnudó para no manchar su ropa y se colocó los guantes de látex para no dejar rastros de sangre de la joven a la que situó en el plato de la ducha de la planta baja de la casa para proceder a trocear el cuerpo. «Descuarticé el cadáver porque no podía sacarlo sin que me vieran los vecinos», explicó.

Al día siguiente, el 8 de noviembre, Jorge Ignacio se despertó a las 7 horas para deshacerse de los restos de la joven a la que metió en diferentes bolsas de plástico. Tres de ellas las arrojó a un contenedor del centro de Alzira, otras tres a las afueras del mismo municipio y por último depositó las últimas bolsas en un contenedor de Silla. Finalmente también tiró las sierras en Massanassa y compró un desatascador de tuberías en Alfafar para limpiar la ducha del piso.