¿Quiénes reciben la vacuna contra la covid esta semana en la Comunitat?
Un hombre recibe la primera dosis de la vacuna contra el coronavirus./ EFE

Un grupo de investigadores alemanes asegura haber resuelto los problemas de trombos de las vacunas contra la covid de AstraZeneca y Janssen. Las hipótesis sobre este efecto secundario no han dejado de ocupar las portadas de los medios durante las últimas semanas. Sin embargo, los autores de la nueva averiguación señalan la posibilidad de modificar las vacunas para evitar estas reacciones adversas.

Así lo recoge el medio británico Financial Times. La nueva hipótesis publicada señala que el problema se encuentra en los vectores de adenovirus. Ambas farmacéuticas utilizan estos vectores para introducir en el organismo la proteína de la espícula del Sars-CoV-2. En palabras de Rolf Marschalek, profesor de la Universidad Goethe (Frankfurt), estos genes pueden provocar problemas cuando entran en el núcleo.

Según las declaraciones del experto al medio británico, los nuevos datos podrían ser trasladados a las empresas productoras de la vacuna para evitar los trombos. «Podemos decirles a las farmacéuticas cómo mutar estas secuencias, codificando la proteína de pico de una manera que evite reacciones de empalme no deseadas». En este sentido, el experto alemán ha asegurado que Johnson and Johnson ya se encuentra optimizando su vacuna.

La clave de los trombos está en el núcleo de la célula humana

Tal y como ha traslado Marschalek, el problema se encuentra dentro del núcleo de la célula humana. El adenovirus de estas vacunas lleva la secuencia de la proteína S al núcleo celular. Sin embargo, en una infección natural el virus no produce sus proteínas en esta parte de la célula. Según ha explicado, lo hace en el citosol, el fluido que forma parte del citoplasma.

Una vez en el interior del núcleo, algunas partes de la proteína se empalman o se separan y crean nuevas versiones. Estas nuevas versiones no pueden unirse a la membrana de la célula y son expulsadas provocando esos trombos. Así lo recoge un preprint del estudio publicado este miércoles.

Sin embargo, esto no ocurre con las vacunas basadas en ARN mensajero, como las de BioNTech/Pfizer y Moderna. La clave está en que ellas llevan el material genético de la espícula al líquido de la célula y nunca entra en el núcleo.