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Varios ciudadanos disfrutan de las terrazas durante la pandemia. / EFE

Tras más de medio año en estado de alarma, España se prepara para iniciar una nueva normalidad. El próximo 9 de mayo decaerá el decreto aunque no las restricciones. La Generalitat Valenciana ya trabaja en las medidas que regirán la autonomía a partir de la próxima semana. El objetivo es evitar una nueva ola de contagios y formar una desescalada «prudente».

Esta semana tendrá lugar la nueva Mesa Interdepartamental para la gestión y prevención de la pandemia. En ella se revisará la situación epidemiológica y se establecerán las medidas que se adoptarán a partir del 10 de mayo.

Hay que recordar que la Comunitat Valenciana sigue líder en control del coronavirus. A día de hoy presenta una incidencia acumulada de 43,8 casos por cada 100.000 habitantes, el mejor dato de España. No obstante, el president de la Generalitat, Ximo Puig, busca mantener esta posición para salvar el verano.

«En estos momentos, los técnicos de Salud Pública, que son los que han guiado la acción del gobierno valenciano, están estudiando las medidas que se pueden aligerar o modificar», explicaba Puig este fin de semana.

RETRASO DEL TOQUE DE QUEDA

Entre las medidas que seguirán destaca el toque de queda. El Consell ya decretó una restricción de la movilidad nocturna en octubre, días antes de que España entrase en estado de alarma. Éste fue avalado por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) dotándolo de validez.

Por ello, se espera que la Generalitat vuelva a ampararse en este instrumento para frenar la propagación del coronavirus. Sin embargo, Puig ya ha planteado que pueda retrasarse el horario. De ser así, la hostelería dispondría de mayor margen para las cenas pues ahora el cierre de locales y el toque de queda coinciden a las 22:00 horas.

FIN DEL PERIMETRAJE AUTONÓMICO

En la nueva batería de medidas también se espera que se mantengan las restricciones en las reuniones sociales y las limitaciones horarias en la hostelería. Por el contrario, el cierre perimetral activo desde finales de octubre decaería.

Sin embargo, el Consell se guarda un as en la manga. Aquellos municipios con riesgo de contagio sí podrían cerrarse para evitar una propagación del coronavirus a localidades vecinas. Aunque supone una limitación de los derechos, la medida ya contó con el respaldo de la justicia antes del estado de alarma por lo que sería viable su aplicación.

A pesar de que las restricciones continuarán, el objetivo final del Ejecutivo valenciano es «aligerar» las medidas dada la baja transmisión actual y el avance de la campaña de vacunación. Esto podría ayudar a incrementar el aforo de comercios, bares y restaurantes. Los hosteleros ya han solicitado ampliar al 60% en los locales interiores y están a la espera de una respuesta.