El Ayuntamiento de Valencia se prepara para la vuelta de las fiestas universitarias
Botellones realizado en el barrio de Benimaclet

Con la vuelta de las clases, muchos alumnos universitarios encaran este fin de semana, empezando el jueves, como el primero para salir de fiesta y el primero de botellones. Con ellos, también son muchos los estudiantes que vienen de Erasmus y desean vivir la fiesta valenciana desde el primer día con sus nuevos amigos y conociendo su nueva ciudad. Todo esto hace que, las próximas jornadas sean críticas para el descanso de los vecinos y vecinas de algunas zonas de la ciudad.

Ante esta realidad, que se repita cada año, el Ayuntamiento de Valencia ha preparado un plan de refuerzo policial para combatir los botellones. Así, doscientos agentes velaran por el descanso de los vecinos y vecinas durante estos días, según ha anunciado la alcaldesa, María José Catalá.

Una de las zonas más frecuentada en estos encuentros es la plaza Honduras. Este punto de la ciudad lleva años levantando polémica y, tras la queja de los los vecinos, se ha declarado Zona Acústicamente Saturada, una media que buscan acabar con los problemas que los jóvenes provocan durante las noches del fin de semana.

Además, el Ayuntamiento ha localizado otras zonas de la ciudad donde quieren frenar esta práctica ilegal como son el Cedro, Blasco Ibáñez, los alrededores de plaza de España, la Marina de València, Ruzafa, la playa de la Malvarrosa, la Creu Coberta o Benimaclet.

Medidas del Ayuntamiento para frenar los botellones

Desde el Ayuntamiento de Valencia se ha preparado un dispositivo nocturno con un total de 65 policías, un 20% más de lo habitual. No obstante, por la tarde, 140 policías frecuentarán las zonas más frecuentadas por los jóvenes, por lo tanto, serán más de 200 agentes los que estén frenando el descontrol de las calles de la capital del Turia.

Tal es la problemática en estos lugares que el Ayuntamiento de Valencia ha decidido tomar medidas concretas durante estos días. Algunas de las decisiones adoptadas son la colocación de vallas en los parques o el baldeo de calles por parte de trabajadores de limpieza para ahuyentar a la gente.

Además, la concejalía de Seguridad ha anunciado que las grúas harán horas extra ya que, como mencionan, «si la gente ve la grúa llevándose coches mal aparcados, va a estar intranquila y querrá irse». Estas medidas junto al vallado de ciertas zonas y la alta frecuencia de los cuerpos de seguridad, esperan paliar los botellones y luchar por el descanso de los vecinos de las zonas más afectadas.