La Comunitat Valenciana seguirá una semana más en la Fase 2 para evitar rebrotes. Con la finalidad de garantizar la seguridad de la población, se agotarán los 14 días por etapa recomendados por el Gobierno antes de avanzar en la desescalada. Sin embargo, esta fase podría convertirse en un teórica 2,5 si se logra el objetivo del Ejecutivo valenciano.
El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha defendido solicitar al Gobierno el «alivio» de algunas restricciones de la Fase 2. Aunque se desconocen todas las medidas de relajación que se quieren pedir, una de ellas sería la movilidad.
El Ministerio de Sanidad ya ha anunciado que con la Fase 3 se permitirá el desplazamiento entre provincias. No obstante, el Consell ha pedido que está medida se aplique en la Comunitat durante la Fase 2. A pesar de la insistencia, Puig ha señalado que no han recibido «ningún tipo de respuesta» del Gobierno.
De momento se desconoce si habrá opción de adelantar esta nueva medida de la desescalada. De no lograrse, la Comunitat tendría que esperar a la llegada de la Fase 3. El objetivo de la Conselleria de Sanitat es solicitar el cambio de fase la próxima semana. Por tanto, la nueva y última etapa del desconfinamiento arrancaría el lunes 15 de junio al igual que el desplazamiento interprovincial.
VIAJES A PROVINCIAS DE AUTONOMÍAS VECINAS
El Ministro de Sanidad, Salvador Illa, fue claro en la decisión de permitir los desplazamientos por España. «No será hasta la nueva normalidad cuando se produzca movilidad entre comunidades autónomas», declaró.
A pesar de ello, Puig considera que sí podrían permitirse los desplazamientos a provincias de autonomías vecinas. Esto supondría que los alicantinos podrían viajar a Murcia y Albacete; los valencianos a Cuenca, Teruel y la capital de Castilla La Mancha; y los castellonenses podrían cruzar a Tarragona o al sur de Aragón, por ejemplo.
Según Puig, esta medida únicamente se aplicaría si las otras provincias se encontrasen en la misma fase que las valencianas. De lograrse, la Comunitat entraría en una fase menos restrictiva en lo que respecta a los viajes y numerosos ciudadanos podrían acceder a sus segundas residencias. Además, ya no sería necesario desplazarse alegando uno de los cinco motivos que sí permiten viajar.