Gátova es un lugar donde las fiestas se viven de una manera especial. Tal vez, con mayor intensidad y donde el forastero no se siendo extraño. Son muchas y variadas las fiestas que se celebran a lo largo del año y coinciden casi todas ellas en fin de semana para que puedan ser disfrutadas por un mayor número de de personas. Y en el mes de febrero, no falta una de las más esperadas: El Matapuerco.
Esta fiesta trata de rememorar la tradicional matanza del cerdo que realizaban antaño con asiduidad las familias del pueblo por necesidad. Además, es una excusa para reunir en la Plaza del País Valenciano a una gran cantidad de personas, que comparten un día de fraternidad y diversión. Las diferentes «cuadrillas» de amigos montan sus mesas y cocinan las piezas de embutido y carne que han preparado las carnicerías locales en una gran hoguera creada para tal fin. Sin que falte el pan y el buen vino.
Sin duda, un día de fiesta para el pueblo. Un pueblo de poco más de 400 habitantes al límite entre las provincias de Valencia y Castellón, que ha triplicado este fin de semana la población. Ahora ya se prepara para otras fiestas donde la tradición, hermandad y el buen ambiente son protagonistas principales y un reclamo.