Cámaras de la Malvarrosa prueban que la joven violada fue víctima de una manada
Descampado en la Malvarrosa junto a la discoteca Akuarela. / Foto: FACEBOOK "ESAS COSAS QUE SOLO ESTÁN EN EL CABAÑAL"

La joven de 18 años violada a la salida de una discoteca de la Malvarrosa fue víctima de una agresión sexual en manada. El grupo tendió una encerrona a la chica en el descampado y la forzaron para mantener relaciones sexuales no consentidas, tal y como han demostrado ahora las grabaciones de las cámaras de seguridad del cuartel de la Guardia Civil próximo al punto de la violación.

La joven fue víctima de una encerrona en la que habrían participado hasta cuatro chicos, todos de ellos jóvenes de 23 años. Los hechos sucedieron el pasado 28 de octubre sobre las 05:00 horas. La víctima conoció a tres jóvenes en la terraza del local y salió fuera con uno de ellos hasta el descampado que hay junto a la discoteca. Lo que ella desconocía es que todo formaba parte de un acorralamiento y que los otros chicos se encontraban escondidos entre los coches.

Estando allí, los jóvenes aparecieron por sorpresa sujetándola para violarla y colocándola de una forma que no consiguiese verles las caras tras una autocaravana. La joven puso resistencia y pidió que parasen en repetidas ocasiones aunque asegura que evitó gritar por temor a que también le diesen una paliza.

EL ‘SALVADOR’ IMPLICADO EN LA VIOLACIÓN

Cuando la joven consiguió librarse de los agresores se dirigió hacia la discoteca con el fin de reunirse con su amiga. En ese momento, se encontró en su camino con un joven que le preguntó si necesitaba ayuda, lo que ella desconocía es que se trataba de uno de los implicados en la violación pues no les había podido ver las caras.

La víctima le confesó que no encontraba su bolso ni su teléfono móvil y él se prestó a ayudarla localizando el bolso junto al coche en el que posteriormente se fugarían los cuatro implicados y del que el presunto «salvador» era el mismo dueño.

Al ver que el teléfono no estaba allí, el chico le prestó el suyo para llamar por si estaba cerca pero al otro lado respondió la amiga de la joven que lo tenía guardado por voluntad de la propia víctima, quien no lo recordaba tras el consumo de alcohol.

Las dos jóvenes quedaron en reunirse en la puerta de la discoteca y allí la víctima narró lo sucedido pidiendo auxilio a un vigilante y un agente de la Guardia Civil. Cuando se dirigieron al solar para localizar a los presuntos violadores, estos huyeron en coche.

Días después de la violación en la Malvarrosa, los propios agresores sexuales se entregaron a la policía comprobándose que el conductor del coche era el mismo que había ayudado a la víctima a buscar su bolso y teléfono. Al parecer, durante el momento de la violación este habría permanecido alrededor de la zona vigilando que no se acercaba nadie. De los detenidos hay dos con antecedentes, precisamente relacionados con delitos sexuales.