El sarcófago que el escultor Mariano Benlliure hizo para el escritor Vicente Blasco Ibáñez por encargo del Ayuntamiento de València ha llegado hoy a su destino final, el Cementerio General de València, 88 años después. El alcalde, Joan Ribó, ha destacado este hecho al afirmar que “el sarcófago de Blasco Ibáñez está finalmente en el lugar para el cual fue concebido. No en el jardín diseñado por Goerlich, porque este ya no existe, pero sí en un espacio de gran relevancia, el vestíbulo del Cementerio General”.

Ribó considera “un honor para la ciudad mostrar en este espacio el sarcófago de quién fue uno de los más grandes escritores valencianos y, sin duda, quien llevó el nombre de València más lejos, a todo el mundo. Un motivo más para visitar el Cementerio General y descubrir el enorme patrimonio artístico que custodia, al cual se ha venido a unir, nuevamente, una pieza de gran valía”.

El alcalde ha reivindicado la figura del escritor y su influencia en la ciudad y ha recordado que “cuando llegó el cadáver de Blasco en València, estaba recibiéndolo el presidente de la República, que no es cualquier cosa, y hubo una concentración de 300.000 personas en una ciudad como la València de entonces. Pocas veces se ha conseguido esto, si es que ha pasado alguna vez. Esto es un indicador de la gran personalidad que tenía”.

Joan Ribó ha recordado el talante republicano de la ciudad, puesto que “hace un siglo, el Ayuntamiento de València acostumbraba a tener siempre una mayoría republicana, era la única capital de España que la tenía, y consecuentemente siempre estaba en permanente conflicto con la monarquía”.

El alcalde, que ha recomendado la lectura de Blasco Ibáñez, ha afirmado que el acto de hoy es “un pequeño gesto para volver las cosas al lugar al que debían estar hace mucho de tiempo y para demostrar la importancia del novelista, que estuvo muy tapada, muy disimulada, y escondida en tiempo de la dictadura franquista y también después, porque sus ideas de republicanismo y su visión laica contrariaban el franquismo”.

Joan Ribó ha destacado el simbolismo de la fecha del día de hoy. “Hemos querido instalar el cenotafio el 23 de abril, el día del libro y de San Jorge. Podríamos haberlo hecho también el 14 de abril pero yo creo que Blasco estaría maravillosamente representado en un día como hoy”. Así lo ha dicho a los medios de comunicación después de contemplar el sarcófago ya instalado en el cementerio junto con los concejales de Patrimonio Histórico y Recursos Culturales, Glòria Tello, y de Cementerios, Alejandro Ramon. Además, también los ha acompañado la bisnieta de Mariano Benlliure, Lucrecia Enseñat; el director del Museo de Bellas artes, Pablo González Tornel; y el director de la Casa-Museo Blasco Ibáñez, entre otros personas.

HISTORIA DEL SARCÓFAGO

Vicente Blasco Ibáñez murió en Menton, Francia, el 28 de enero de 1928. El Ayuntamiento encabezó el comité para el traslado de los restos del escritor, que llegaron al puerto de la ciudad el 1933, ya durante la II República. Ese mismo año, el consistorio encarga al arquitecto municipal Javier Goerlich la erección de un monumento funerario en el Cementerio General que incluiría un sarcófago diseñado por el escultor Mariano Benlliure. Las obras empezaron en 1935 pero quedaron inacabadas al inicio de la Guerra Civil. Desde entonces, el sarcófago esculpido por Benlliure ha estado depositado en el Convento de Carme y el Museo de Bellas Artes.

El traslado al vestíbulo del cementerio no ha estado libre de obstáculos. El pedestal original del sarcófago, de granito, había desaparecido a lo largo del tiempo y la estructura de hierro que soportaba el peso de la obra en el museo de Bellas Artes no respondía a las medidas exactas previstas inicialmente por Benlliure. Por esos motivos, el Ayuntamiento ha tenido que encargar una peana de granito a partir de una foto de la obra de 1.935 y reconstruir de nuevo los planos del pedestal.

En el Cementerio General, un atril informará en valenciano, castellano, inglés, francés e italiano sobre la obra. Un código QR remitirá a los usuarios a la web “Cultural València”, donde se ha creado una sección llamada “Patrimonio para el recuerdo”, que se estrena con la información sobre el sarcófago de Blasco Ibáñez.

A pesar de que la pieza de Benlliure es conocida popularmente como “sarcófago de Blasco Ibáñez”, en realidad es un cenotafio y nunca estuvo pensada para alojar el cadáver de Blasco Ibáñez sino para coronar su cripta funeraria.