El debate sobre el modelo de turismo de Valencia vuelve a estar sobre la mesa a pocas semanas de empezar la temporada de verano. Esta semana las concejales de gobierno del consistorio valenciano Paula Llobet (Partido Popular) y Mónica Gil (Vox), junto a los ediles de la oposición Javier Mateo (PSPV-PSOE) y Papi Robles (Compromís) protagonizaron un intenso intercambio de propuestas, críticas y acusaciones en el programa Ágora de 7TeleValencia, reflejando la división ideológica sobre el futuro de la ciudad.
Turismo y convivencia: planes enfrentados
Uno de los ejes del debate fue la presentación del Plan Estratégico de Turismo 2025–2028 impulsado por el gobierno municipal. Paula Llobet, concejala de Turismo por el Partido Popular, defendió un modelo basado en sostenibilidad, datos y calidad de vida para los vecinos. El plan contempla más de 50 acciones, entre ellas la promoción de mercados que respeten la ciudad, la regulación de apartamentos turísticos y el refuerzo de inspecciones. Mónica Gil, de VOX, respaldó esta visión, subrayando la necesidad de compatibilizar turismo y bienestar ciudadano.
Desde la oposición, Papi Robles criticó el modelo actual por fomentar un «monocultivo turístico» y reclamó una tasa para que los visitantes contribuyan económicamente a la ciudad. Javier Mateo lamentó la pérdida de identidad del centro histórico, alertando sobre la «mcdonalización» del comercio local y la saturación de pisos turísticos.
A su vez, la concejala de Turismo, Paula Llobet, destacó la llegada de nuevas conexiones aéreas que reforzarán la conectividad de València a nivel internacional, como el vuelo directo a Montreal que empezará a funcionar este verano.
Innovación: entre la tecnología y la inclusión social
Otro bloque temático giró en torno al modelo de ciudad inteligente. El gobierno municipal destacó proyectos como playas accesibles, sensores urbanos y colaboración con universidades para mejorar la calidad de vida. Sin embargo, Compromís y PSOE coincidieron en que la innovación no puede limitarse a lo tecnológico y debe tener también una vertiente social.
Papi Robles pidió democratizar el acceso a la tecnología, especialmente para personas mayores, y criticó la desvinculación del gobierno de los principios de la Agenda 2030. Javier Mateo recordó que proyectos como Valencia Music City o el Sandbox fueron impulsados en etapas anteriores, y pidió un modelo más coral y menos centralizado.
Mónica Gil, por su parte, se desmarcó de la Agenda 2030, calificándola de imposición europea y responsabilizándola indirectamente de impedir intervenciones como la limpieza de barrancos, lo que desató una agria polémica con el resto de participantes.
Deuda, presupuesto y emergencia climática
En el último tramo, se abordó la modificación presupuestaria aprobada por el Ayuntamiento para reducir deuda y afrontar emergencias tras la DANA. Llobet y Gil anunciaron con orgullo la reducción de 50 millones de euros en deuda pública, calificándolo como el mayor descenso en dos décadas.
Sin embargo, Compromís y PSOE acusaron al ejecutivo local de maquillar los datos. Ambos partidos argumentaron que la reducción se debe a la no ejecución de inversiones planificadas en ejercicios anteriores, y que ha sido impuesta por el interventor municipal. Mateo señaló además la escasa aportación del consistorio a los damnificados por la DANA frente a las ayudas del Gobierno central.
Tensión política y visiones de ciudad opuestas
El debate, por momentos muy tenso, se convirtió en un reflejo de la polarización política actual. Las interrupciones, acusaciones de mentir y reproches personales marcaron el tono de una tertulia en la que cada partido mostró su visión opuesta de la ciudad.
Pese a ello, hubo consenso en la necesidad de impulsar la innovación, aunque difirieron en los medios y prioridades. El modelo turístico, la Agenda 2030 y la gestión económica seguirán siendo ejes clave del debate político en Valencia durante los próximos meses.
