Las autoridades ya alertaron, incumplir con el Estado de Alarma puede suponer desde penas económicas hasta condenas de prisión. Esto es lo que le ha pasado a una vecina de Gandía al intentar entrar en un supermercado que estaba cerrando.
Según relata Europa Press, la mujer iba a entrar en un comercio de la Avenida del Raval fuera de las horas de apertura cuando los policías la detuvieron. Los agentes de la Policía Nacional le indicaron que mantuviese la distancia de seguridad. Esta no hizo caso y respondió que iba a entrar «sí o sí».
Los policías le recomendaron que regresase a su hogar. La mujer se negó asegurando que «le daba igual» y que «le sudaban los cojones». Momentos después, el encargado del supermercado empezó a bajar la persiana. Fue entonces cuando la penada trató de colarse sin obedecer a la autoridad.
Ahora, el Juzgado de Instrucción número 3 de Gandía la ha condenado a seis meses de prisión. Está juzgada por un delito de desobediencia a agentes de la autoridad. Además, se le añade el incumplimiento del Real Decreto del Estado de Alarma.
Dicha pena no es la primera a la que se enfrenta la ciudadana. En septiembre de 2017 el Juzgado de lo Penal número 1 de Gandia la condenó a cuatro meses de cárcel por un delito de resistencia.