El presidente del Levante UD, Quico Catalán, ha comparecido de urgencia tras un Consejo extraordinario celebrado unas horas antes. Todo eso se ha precipitado tras el 5-0 en La Cerámica contra el Villarreal.
La derrota provocó la indignación del aficionado levantinista, que esperó a los jugadores a su llegada a Orriols. Allí, en el aparcamiento, se produjo una situación tensa entre Postigo, Coke, Roger y Alessio Lisci con los aficionados. Estos últimos pedían explicaciones después del bochorno ante el Villarreal.
Por ello, Quico Catalán ha decidido dar la cara. El presidente del Levante ha enviado dos mensajes, uno inmediato y otro a medio plazo. «Pido el respaldo unánime del levantinismo a nuestros objetivos«, ha indicado el dirigente. Catalán afirma sentir la misma rabia e impotencia que cualquier aficionado ante derrotas como la de Vila-real.
Respecto a final de temporada, ha anunciado que pondrá su cargo a disposición de la Fundación y del levantinismo. Se someterá a una especie de referéndum. «Me quiero examinar, porque tenemos un proyecto de presente y de futuro. Pero deseamos sentir el respaldo para llevarlo a cabo. Vamos a trabajar para ir preparados a ese examen, y para eso es llegar con el objetivo deportivo, que es la permanencia«.
También se le ha preguntado a Quico Catalán sobre la continuidad de Alessio Lisci. Sobre si puede garantizar que continuará como entrenador del Levante hasta final de temporada. «Nuestra idea no pasa por otra cosa que por esa. Estabilidad«. Esa ha sido la palabra que ha empleado el presidente. No se ha pillado totalmente los dedos sobre si el entrenador italiano concluirá la temporada. Igualmente, ha señalado que el club está en el mercado para reforzar la plantilla. Por ello, el preparador tendrá que decir si hay incorporación como ocurre prácticamente siempre.
