El Ministerio de Sanidad ha eliminado la cuarentena para los casos positivos por Covid que sean asintomáticos o casos leves. Esta nueva norma entrará en vigor el próximo lunes 28 de marzo y forma parte de la nueva ‘Estrategia de Vigilancia y Control frente al Covid-19’.
Con esta norma también desaparecen las bajas, que hasta ahora eran de 7 días. A partir de ese día será el médico de familia quien decida si será necesario el reposo domiciliario o no. La cuarentena solo será necesaria, pues, para los mayores de 60 años, inmunodeprimidos, embarazadas y personal sanitario. En las residencias de mayores y hospitales también seguirán siendo obligatorias. Sin embargo, la cuarentena podría durar solo cinco días y finalizar tras 24 horas sin síntomas por Covid.
De esta manera se avanza hacia un sistema en transición hacia una vigilancia centinela, como el de la gripe. Esto se debe a «los altos niveles de inmunidad alcanzados» y a que la fase más crítica de la pandemia ya ha pasado. Esta transición se ha valorado junto al Centro Europeo de Control de Enfermedades.
Las PCR dejarán de ser necesarias salvo en algunos casos
El Ministerio de Sanidad ha considerado, además, que las pruebas de diagnóstico masivas dejarán de ser necesarias. Al igual que en los aislamientos, solo se seguirán realizando a personas con factores de vulnerabilidad, como los mayores de 60 años, inmunodeprimidos y embarazadas; población en riesgo como sanitarios y sociosanitarios; y casos con síntomas graves.
Para los pacientes con síntomas leves la realización de una PCR dependerá de la decisión de los médicos. Esta medida también entrará en vigor a partir del próximo lunes, si los servicios sanitarios no están saturados. Es decir, que menos del 5% de las camas de hospitales estén ocupadas y menos de un 10% en el caso de las UCI. Además, aseguran que estos cambios estarán sujetos a que la pandemia siga en los niveles conseguidos hasta ahora.
Las mascarillas seguirán siendo obligatorias para los positivos
El hecho de no tener que guardar cuarentena no significará que los pacientes leves y asintomáticos no deban llevar la mascarilla. La Comisión de Salud Pública recomienda el uso de la misma en todos los ámbitos, además de evitar el contacto con personas vulnerables.
Asimismo, seguirá siendo obligatoria en interiores, aunque el presidente Pedro Sánchez avanzó a principios de marzo que podría suprimirse «pronto».