Un icono sin competencia en la península. Eso es lo que promete ser el nuevo  el nuevo parque fluvial de aventura proyectado por Rain Forest, la empresa que gestiona Bioparc.

Unas instalaciones que se construirán en un espacio de tres hectáreas lindando a la avenida Pío Baroja de València y con el que se potenciará el ocio familiar y con sentido del complejo.

Un viaje que trasladará al visitante hasta los templos de Angkor y Vietnam sin salir de la ciudad.

Rain Forest está ultimando el proyecto del nuevo parque fluvial para el que han presentado ofertas una empresa canadiense, otra americana y dos europeas.

Un paso tras el que comenzarían las obras, cuyo plazo de ejecución se calcula entre 12 y 14 meses.

Las instalaciones permanecerían abiertas todo el año gracias a sistemas de calefacción que permitirían la práctica de actividades como cannoying y navegar por el río lento.

La idea que maneja la empresa es abrir al 80% el proyecto y reservar una sorpresa para la siguiente temporada, en la que se abriría en su totalidad.