Una mujer de 36 años muere de un infarto tras esperar 8 horas en Urgencias del Hospital General de Castellón, según publica el diario Levante. Era madre de dos niñas pequeñas y sus familiares han manifestado que tenía buena salud.

Sus familiares han emprendido acciones legales y han presentado una reclamación por responsabilidad patrimonial contra el centro sanitario. En Urgencias le dieron diazepam pero la sensación de falta de aire y de asfixia no paraban. Su madre le acompañaba en el box y una máquina empezó alarmar de infarto, pero los sanitarios no le dieron importancia.

Según cuenta la familiar al diario Levante, en un momento dado la paciente empezó a respirar con mucha dificultad y en ese momento los sanitarios cogieron un desfibrilador. Los médicos de la UCI intentaron reanimar a la paciente, recuperándola en dos ocasiones, pero advirtiendo a la familia de que el latido era débil. Finalmente, murió en el servicio de Urgencias.

La autopsia, concluye que murió por «miocarditis aguda por infección por coronavirus con lesión miocárdica terminal». La familia quiere denunciar las precarias condiciones en las que trabajan los sanitarios y evidenciar que no se dio la asistencia adecuada a la paciente.