José Ángel Núñez, jefe de Climatología de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en la Comunitat Valenciana, ha comparecido este lunes ante el Juzgado de Instrucción número 3 de Catarroja como testigo en la causa que investiga la gestión de la DANA del 29 de octubre de 2024 que se saldó con 228 víctimas mortales.
Durante su intervención, Núñez ha defendido con rotundidad la actuación de su departamento, asegurando que los avisos emitidos por Aemet fueron «suficientes» y ajustados a la información disponible en cada momento».
El meteorólogo, con más de dos décadas de experiencia al frente de Aemet en la Comunitat, ha aportado a la causa documentos, anotaciones personales y capturas de conversaciones del día de la DANA, con el objetivo de aclarar la secuencia de hechos.
Una gestión basada en probabilidades y no en cifras exactas
El responsable ha recordado que, en meteorología, las alertas se elaboran en función de umbrales de probabilidad y no sobre cantidades exactas de precipitación. «En estas situaciones no se puede apostar por cuánto va a llover. Es un ejercicio inútil. El riesgo se gestiona por umbrales de probabilidad», ha afirmado ante la jueza. «Nadie sabe lo que va a pasar mañana. Las previsiones permiten tomar medidas para alertas tempranas».
Núñez también ha hecho referencia a la cronología de los avisos, destacando que el primer aviso especial se emitió el domingo 27 de octubre, alertando ya de una situación muy adversa para el martes 29.
Además, ha explicado que comenzó a utilizar en redes sociales el término ‘gota fría’ —pese a que está en desuso en los informes oficiales— por su arraigo en el imaginario popular, con la intención de facilitar la comprensión del riesgo entre la ciudadanía.
La polémica comparecencia el día de la DANA
Uno de los momentos más comentados de la jornada fue la intervención del presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, a las 11:47 horas del 29 de octubre en À Punt. En ella, Mazón aseguró que el temporal se desplazaba hacia la Serranía de Cuenca y que se preveía una disminución de la intensidad a partir de las 18:00 horas, en un mensaje que buscaba tranquilizar a la población.
Núñez ha calificado este mensaje como «rarísimo», apuntando que incluía cifras hidrológicas que únicamente maneja el Servicio Automático de Información Hidrológica (SAIH) de la Confederación Hidrográfica del Júcar, y que su impresión fue que se intentó lanzar un mensaje de calma en un contexto de extrema incertidumbre.
El jefe de Aemet ha subrayado que la alerta roja por lluvias es «muy excepcional» y que en 2024 solo se había decretado una, precisamente la del 29 de octubre. Finalmente, Núñez ha querido dejar claro que Aemet únicamente emite avisos y no gestiona emergencias, recordando que la toma de decisiones corresponde a los órganos de protección civil y a las autoridades competentes.