Valencia brilla en el Campeonato del Mundo de Gimnasia Rítmica. Supone un balance “sobresaliente”, en palabras de Jesús Carballo, presidente de la Real Federación Española de Gimnasia. Afirma que “teníamos un reto mayúsculo y lo hemos pasado con sobresaliente. Hemos construido una instalación interior de primer nivel desde cero, la afición ha vibrado con el espectáculo y las 62 delegaciones participantes se van con un recuerdo imborrable del ambiente y la atención recibida”.

En lo estrictamente deportivo, la selección nacional se va de la capital del Turia con dos medallas; el bronce que se colgó el conjunto en el “all-around” del viernes, se completó con una plata en cinco aros el domingo. Un botín que reafirma al quinteto formado por Ana Arnau, Inés Bergua, Mireia Martínez, Patricia Pérez y Salma Solaun en la élite mundial y que las coloca entre las favoritas para conseguir metal en los Juegos Olímpicos del próximo verano.

La selección española llegaba a Valencia con un doble objetivo, pelear por subir al pódium en conjuntos y lograr las dos plazas posibles para los individuales de París 2024. Con el conjunto ya clasificado desde el pasado año en Bulgaria, Alba Bautista y Polina Berezina querían sellar esos dos pasaportes olímpicos y hacer el pleno, un hito que no se lograba desde el año 2000. Calidad, esfuerzo y trabajo fueron las claves para alcanzar la meta y además clasificarse para dos finales por aparatos (Alba en aro y Polina en mazas) y la general, donde Bautista se encumbró hasta la octava posición.