La mascarilla solo filtra partículas y no gases, por lo tanto no afecta al funcionamiento de los pulmones. Lo que sí que provoca es una sensación de agobio cuando hace calor y vamos andando por la calle. Por tanto, son falsos los bulos que comparten por las redes donde hacen creer que las mascarillas provocan hipoxia.
La hipoxia es la deficiencia del nivel de oxígeno en sangre. No es cierto, las mascarillas no provocan esta enfermedad ni aumentan el riesgo de las personas que ya tienen otro tipo de problemas respiratorios.
Las mascarillas solo filtran partículas, no gases, como es el oxígeno y el dióxido de carbono. Los expertos coinciden en que el uso de la mascarilla no perjudica el normal funcionamiento del pulmón.
Los psicólogos recomiendan que para dejar de tener la sensación de asfixia hay que tener pensamiento positivos. Pensar en otras cosas más gratificantes y olvidarse de que llevamos puesta la mascarilla. La mayoría de Comunidades autónomas han aprobado el uso obligatorio de la mascarilla ante el aumento de brotes. Obligan a llevar mascarilla aunque haya un distanciamiento superior a 2 metros. Da igual que sea en sitios abiertos o cerrados. Aunque por ahora, la Comunitat Valenciana no contempla esta obligatoriedad.