Proyecto de Torre Eólica.

Ya son varios años los que se lleva hablando de la Torre Eólica Valencia. Sin embargo, ahora parece que avanza el proceso para aprobar la concesión del solar donde se ubicaría. La torre ecológica de 170 metros de altura estaría en un estrecho espacio en el extremo este de la bocana de la Marina. Se trata de un enclave baldío y adentrado en el mar, perfecto para el proyecto debido a la fuerza del viento.

La Torre Eólica, cuyo presupuesto asciende a los 20 millones de euros, es fruto del despacho de arquitectura del valenciano Fran Silvestre y está impulsada por la compañía Net de Gerrers.

La previsión es generar un volumen de energía parecido al de un molino eólico convencional, suficiente para abastecer durante todo el año al recinto marítimo. El 75% de la energía la producirían los mil molinos eólicos de eje vertical instalados en la torre. Para el 25% restante se contaría con placas solares fotovoltaicas que complementarían la producción. Esta combinación aspira a lograr una producción de 5,4GWh al año, que es lo que genera un molino eólico convencional de eje horizontal.

Según fuentes internas del consorcio, la Marina no acepta que el plan de viabilidad del proyecto dependa de la transferencia de energía al organismo público. Una aprobación de concedo que se tendría que haber dado en marzo de 2020, pero quedó en el aire.

Proyecto valorado en 13 millones de coste

La Torre Eólica es un proyecto que espera ser aprobado ya que el propio alcalde de Valencia, Joan Ribó, ha dado su apoyo. También se ha incluido la concesión del espacio por un período de 30 años. Esto supondrá un ingreso fijo de 80.000€ para la entidad pública y 1,5% de los beneficios.

El retorno de la inversión depende en otro 50% de los ingresos procedentes de la venta de la energía generada por el propio gestor público de la Marina de Valencia mediante un contrato de suministro a largo plazo. En total, el proyecto está valorado en unos 13 millones de coste para la empresa.

Lo que intenta Fran Silvestre es convertir el impacto visual de la infraestructura en un atractivo. Además, se convertiría en el punto más alto de toda Valencia. Una referencia visual desde distintos sitios de la ciudad.