El plazo de las actuales restricciones para frenar el coronavirus en la Comunitat Valenciana está llegando a su fin. El 15 de febrero es el último día que dicta el decreto actual que regula la vida de los valencianos. Sin embargo, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ya ha mostrado su intención de prorrogar.
Dicha prórroga plantea ahora dos cuestiones fundamentales: hasta cuándo y qué medidas de todas las existentes. El diario ABC ha señalado que fuentes del Consell ya hablan del 1 de marzo como fecha final del grueso de las restricciones. No obstante, tampoco se descarta que sólo se amplíe una semana más, es decir, hasta el 22 de febrero, según fuentes de Levante EMV.
En lo que coinciden ambos diarios es que la Generalitat estudia instaurar una desescalada gradual. Al parecer ésta cuestión se debatió ayer en la reunión de Puig con la consellera de Sanitat, Ana Barceló, y otros miembros del Consell.
Respecto a ello, habría discrepancias pues Compromís y Podemos abogan por una prórroga total de las actuales medidas. Esto supondría estirar durante más tiempo el cierre total de la hostelería y los gimnasios; mantener el horario de comercios no esenciales restringido hasta las 18:00 horas; y cerrar perimetralmente los municipios de más de 50.000 habitantes los fines de semana.
TRES MESES DE DESESCALADA PROGRESIVA
El escenario que defendería Puig sería el de mantener estas restricciones un máximo de dos semanas más. A partir de marzo la Comunitat entraría en un nuevo plan de desescalada que iría retirando restricciones de forma gradual. Esta desescalada se estirará durante los próximos tres meses hasta el 9 de mayo, fecha en la que finaliza el estado de alarma.
Las restricciones dependerían de la evolución de la pandemia y respondería a las recomendaciones de los expertos sanitarios. Por tanto, se estaría ante una desescalada progresiva en función de la incidencia acumulada y de la saturación de los hospitales valencianos.