Los Baños de la Reina son todo un lujo. Tanto que, según cuenta la leyenda, su uso como baños surge del capricho de una reina mora por bañarse en el mar. Sin embargo, la realidad es que su origen es mucho anterior.

A orillas de Mediterráneo y con el objetivo de sacar el máximo rendimiento a estas aguas, los romanos construyeron estas antiguas balsas que eran empleadas como piscifactorías. Por este motivo, las encontramos en diversos puntos de la costa. Los más conocidos, y que comparten historia y leyenda, son los Baños de El Campello y Calpe.

Su origen romano, hace que estas piscinas naturales formen parte de yacimientos arqueológicos de gran importancia. En el primer caso excavaciones y muestras con elementos de todas las épocas, en otro, una impresionante Villa Romana.

Los Baños de la Reina en El Campello.

ILLETA DELS BANYS– EL CAMPELLO

En esta península situada en El Campello encontramos uno de los mayores yacimientos arqueológicos del Mediterráneo. Restos de termas romanas, ruinas íberas y vasijas de la Edad de Bronce rodean estas piscinas marinas.

Un espacio de aguas cristalinas en el que poder darte un baño tranquilo y pasar el día rodeado de historia. Pero en estos baños no solo podrás disfrutar de un momento relajante, además se puede hacer snorkel. Su construcción original, pensada para atrapar peces, hace que aún a día de hoy una gran cantidad de ellos se acumulen en estas balsas permitiendo que se puedan ver infinidad de especies.

Junto con ello, y si lo que te gusta es saltar, podrás aprovechar cada uno de los salientes de las rocas para hacerlo. Llegar a ellas no es fácil. Se recomienda ir poco cargado y llevar escarpines o un calzado con buen agarre.

Baños de la Reina
Baños de la Reina. / Turismo de Calpe

YACIMIENTO ROMANO – CALPE

En este caso, las piscinas forman parte de una Villa Romana. Una de las construcciones más grandes recuperadas y que todavía no se ha terminado de excavar. Esta deja a la vista espectaculares mosaicos.

En este caso, además de las balsas empleadas para capturar el pescado, encontramos otros espacios como los que se destinaban a las termas romanas. En total, 6 balsas perfectamente delimitadas y conectadas entre ellas se abren al Mediterráneo, ofreciendo un agua tranquila y transparente a los pies del Peñón de Ifach.