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Lucia Barrachina, experta valenciana en recursos humanos y gestión de equipos, ha presentado su informe “Salario emocional: su aplicación y conclusiones sobre su efecto en la empresa». Para llegar a las conclusiones finales, Barrachina ha realizado una encuesta que ha sido respondida por 733 personas en activo, de las cuales, el 50% desempeñan su trabajo en empresas valencianas, el 65% de la muestra son hombres, el 41% cuentan con estudios de postgrado y un 70% están en edades comprendidas de entre 31 y 50 años.

Los resultados de la encuesta nos desvelan que un 97% de los empleados correspondientes al perfil anteriormente mencionado se sienten más vinculados a compañías en las que se aplican distintas medidas de salario emocional.

De los resultados se desprende que la tendencia actual del mercado laboral es de gran movilidad implicando una baja antigüedad en el puesto de trabajo. “Un 50% de trabajadores pertenecientes a la muestra de trabajo no superan los 3 años de antigüedad en su puesto de empleo actual” explica Lucia Barrachina.

En cuanto a la motivación del trabajador en su puesto, es cierto que la mayoría de empleados se sienten motivados en su actividad laboral pero a día de hoy todavía percibimos datos que deberían mejorarse. “Un 29% de los empleados encuestados reconocen que no se sienten motivados en sus actividades laborales diarias y esto es lo que debe cambiar” añade Barrachina.

Todavía el 60,8% de los encuestados nos dicen que su empresa no está aplicando medidas de salario emocional. Sin embargo, un dato positivo es que los trabajadores reconocen en un 70,1 % que a día de hoy la solicitud de medidas de conciliación laboral no acarrearía discriminación alguna por parte de sus empleadores.

El clima laboral, la flexibilidad horaria, la formación y el desarrollo dentro de la empresa, y la retribución son, en este orden, los factores más valorados por los propios trabajadores, quedando a final de la cola el sentimiento de pertenencia a la compañía o la seguridad en el puesto de trabajo. “Desafortunadmente la mayoría de las empresas a las que pertenecen nuestros encuestados todavía no aplican 3 de las 10 medidas de salario emocional propuestas y lo peor de todo es que algunas de las medidas no tienen coste para la empresa y en cambio producirían importantes avances en cuanto a productividad laboral” indica Lucia Barrachina. Por otro lado, la medida de salario emocional que más se emplea actualmente en las empresas es la flexibilidad horaria, seguida de la formación y desarrollo profesional.

Como conclusión, Lucia Barrachina hace hincapié en que la gestión de personas se está convirtiendo en un modelo de cultura organizacional. Los profesionales están cambiando y reclaman políticas de gestión basadas en el desarrollo de una cultura organizacional centrada en las personas “y esto es en lo que van a tener que centrar sus esfuerzos en los próximos años las empresas si quieren atraer, mantener y retener su talento” aclara Barrachina.