El primer carril Bus/VAO de la Comunitat llega a Valencia
Carril de circulación bus-VAO. / GEMMA SÁNCHEZ

El helicóptero de la DGT con base en Valencia detectó la conducción de una motocicleta de gran cilindrada que circulaba a elevada velocidad por el carril Bus-VAO de la V-21 el pasado 22 de septiembre.

Según han comunicado esta mañana, el exceso de velocidad llegó hasta 220 km/h en un tramo que está limitado a 100 km/h. Esta conducción supone un delito contra la seguridad vial al superar en más de 80 km/h la velocidad máxima permitida.

Inmediatamente el personal de vuelo del helicóptero informó a la Central COTA del Subsector de la Guardia Civil de Tráfico de Valencia. Una patrulla se desplazó hasta el lugar para su identificación, dado que además del exceso de velocidad conducía de forma irregular. La motocicleta entraba y salía del carril Bus-VAO adelantando entre vehículos sin guardar distancias de seguridad e incluso circulando por el arcén derecho.

Cuando el conductor se percató de la presencia del helicóptero, se tumbó con el objeto de tapar la placa de matrícula posterior con las zapatillas, tratando de acceder a la ciudad para evitar ser interceptado.

COLISIÓN CON LESIONES GRAVES

La temeraria conducción llevó al piloto a colisionar con un turismo que se encontraba parado en un semáforo a la entrada de Valencia. El motorista salió de la vía e impactó contra una valla metálica, causándose lesiones graves en una pierna.

En el lugar se personó una patrulla del Destacamento Valencia-B, Equipo de Atestados, así como una dotación SAMU y efectivos de la Policía Local de Valencia. Se atendió al conductor y se le evacuó a un hospital por presentar lesiones a consecuencia de la caída.

Por efectivos de Atestados del Subsector de Tráfico de Valencia, se procedió a su investigación como presunto autor de dos delitos contra la seguridad vial, al conducir con exceso de velocidad superior a 80km/h en una vía interurbana y conducir de forma temeraria, para lo cual el Código Penal prevé penas que pueden conllevar hasta dos años de prisión, multa de hasta doce meses, trabajos en beneficio de la comunidad por un máximo de 90 días y en todo caso privación del derecho a conducir que puede llegar hasta los seis años.