
En el Partido Popular valenciano vuelve a sonar con fuerza un viejo eslogan: «Qué grandes fuimos…». Lo dice Sonia Castedo, ex alcaldesa de Alicante, y se lo dice a Francisco Camps, que asiente sonriente en un vídeo difundido en redes.
La nostalgia no es gratuita: el expresidentepresidente de la Generalitat ha convocado para este sábado un gran acto en Veles e Vents para celebrar los 30 años de la primera victoria del PP en la Comunitat.
Pero el evento es mucho más que un aniversario, es el punto de inflexión de una estrategia de regreso que ya incomoda a la dirección actual del partido. Camps, de hecho, podría anunciar su intención de presentarse a liderar el PP valenciano.
Ver esta publicación en Instagram
«Todo lo que fue posible queremos que vuelva a ser posible», proclama Camps con su habitual tono enigmático. En los últimos meses ha recorrido la Comunitat rodeado de viejos aliados como la propia Castedo o Carlos Fabra, expresidente de la Diputación de Castellón, en encuentros con centenares de militantes donde repite una frase: «Voy dando pasos hacia delante». ¿Hacia dónde? La respuesta empieza a perfilarse.
Camps y el regreso del ‘viejo PP’
La reaparición de Camps se produce justo cuando Carlos Mazón atraviesa su momento más delicado desde que asumió la presidencia del PP valenciano. Cuestionado incluso dentro del partido por su gestión de la DANA del 29 de octubre, que dejó 228 fallecidos, Mazón ha visto debilitada su posición.
Mientras, Camps ha aprovechado para reclamar públicamente la convocatoria del congreso regional, un cónclave previsto inicialmente para este año y ahora aplazado a 2026, según Génova, para evitar desatar una guerra interna.
En su entorno más fiel, se insiste en que Camps tiene derecho a presentarse. Sus afines han difundido un manifiesto en el que se exige respetar los estatutos del partido, y muchos de ellos no esconden que le empujan a volver. Aunque la dirección popular ha tratado de restar importancia al movimiento asegurando que «siempre es la misma gente», algunos cuadros empiezan a admitir en privado que «sería un error despreciarlo». Porque, aunque no tenga apoyo institucional, Camps ha demostrado capacidad de movilización.
Mazón resiste, pero Génova toma nota
El actual presidente de la Generalitat ha resistido el aluvión tras la tragedia y ha conseguido incluso un acuerdo con Vox para aprobar los presupuestos de 2025, una maniobra que aleja cualquier posibilidad de renuncia. Pese a ello, en el partido hay preocupación: para sustituir a Mazón haría falta un pacto con Vox, ya que el PP no cuenta con mayoría absoluta en Les Corts, algo que Camps no tiene garantizado.
Desde Génova, por ahora, se guarda silencio. Nadie parece querer dar una salida a Camps, a quien solo le queda el asiento en el Consejo Jurídico Consultivo. Pero el expresidente insiste. Su presencia, su discurso y su agenda sugieren que no se conforma con los aplausos del pasado. Francisco Camps quiere volver y este sábado podría dejar de insinuarlo.