El cambio climático está perjudicando a pasos agigantados al litoral de la Comunitat Valenciana. Las playas están en fase de regresión, un problema que está siendo más intenso de lo que en un principio se esperaba.
Los efectos climatológicos vividos en los últimos años resultan coherentes con los escenarios de cambio climático que se vienen realizando desde hace décadas. Además, los fenómenos adversos son cada vez más frecuentes e intensos.
En enero de 2020, la borrasca Gloria batió récords de todo tipo: espesor de nieve, altura de olas en el Mediterráneo, precipitación máxima recogida en 24 horas y rayos caídos en un día en el mismo mes.
Solo en Canet d’En Berenguer, Gloria redujo el ancho de las playas en 28 metros. Sucesivamente, se va perdiendo una media de unos 5-6 metros anuales de orilla.
El arenal que se está desvaneciendo a causa de los temporales es importante. En algunas playas la pérdida es más acentuada que en otras, pero la percepción de los usuarios es que las playas de la Comunitat Valenciana están, poco a poco, desapareciendo.
Actuaciones de emergencia
El Consejo de Ministros ha aprobado una actuación de emergencia para las costas de Comunitat Valenciana y Andalucía que contarán con un presupuesto que superará los tres millones de euros.
La idea pasa por realizar tareas en al menos una veintena de municipios valencianos. Los trabajos a realizar se centrarán en la eliminación de escalones para que las orillas sean accesibles y se sumarán aportaciones de arena.
Sin embargo, autoridades y asociaciones no ven con buenos ojos estas medidas. La arena de las aportaciones es temporal, ya que desaparece ante nuevos episodios climatológicos adversos.
Javier Cremades, portavoz de la Asociación Playas del Sud de Gandía y Somos Mediterránea ha indicado que disponen informes realizados por las universidades que podrían derivar en un gran proyecto de ingeniería para lograr frenar esa regresión.