Detienen a un hombre como presunto autor del asesinato del sacerdote de la Catedral de Valencia
Agentes de la Policía Nacional salen del edificio donde residía el canónigo asesinado. / BIEL ALIÑO (EFE)

El Arzobispado de Valencia ha emitido un comunicado sobre el asesinato del sacerdote Alfonso López Benito para tratar de aclarar su posición en lo referente a las prácticas sexuales que el canónigo emérito de la catedral llevaba a cabo con personas vulnerables.

«Si lo publicado es verdadero, manifestamos el profundo dolor que nos producen los hechos narrados. Son manifiestamente contrarios a los compromisos de vida sacerdotal, asumidos libremente en el momento de la ordenación», señalan.

Desde el Arzobispado han mostrado su «pesar por el escándalo, el desconcierto y el dolor que causan a todos, muy directamente a los fieles, y especialmente a los miembros del presbiterio».

En lo referente a la investigación de lo sucedido, apuntan a que el secreto de sumario no se ha levantado. Por tanto, afirman no disponer de «información oficial de las noticias que revelan los medios de comunicación». «Confiamos plenamente en la acción de la justicia, y reiteramos que en el Arzobispado somos los más interesados en el pronto esclarecimiento de los hechos».

EL ARZOBISPADO REITERA SU DESCONOCIMIENTO

«El Arzobispado de Valencia, planteó personarse como acusación particular, si bien el juzgado instructor lo rechazó, entendiendo que la personación en el procedimiento corresponde únicamente a la familia directa, motivo por el cual el Arzobispado ha desistido de dicha personación», han explicado.

Además, declaran que existen otros motivos como es «la confianza en la justicia, suficientemente protegida por el ministerio fiscal». Asimismo, señalan que los hechos de la investigación narrados por los medios de comunicación «se refieren a actos cuya responsabilidad pertenece personalmente al fallecido».

«Reiteramos asimismo que el Arzobispado jamás tuvo conocimiento de estos presuntos hechos. Hace dos años se apercibió directamente al sacerdote cuando los vecinos del mismo inmueble del domicilio en el que residía, propiedad del Arzobispado, presentaron quejas verbales acerca de las personas que acudían al mismo, aunque en ningún caso aludieron a hechos de la naturaleza que se narran. Desde entonces, transcurridos dos años jamás se volvió a recibir ningún tipo de queja«, concluyen.