Aemet alerta por el auge de incendios:
Bomberos trabajando el el incendio de la planta de reciclaje de San Antonio de Requena. / CPBV

Los incendios que han azotado estos días la Comunitat Valenciana han coincidido con un episodio de temperaturas anómalas, extremadamente altas y más propias del verano. Esta situación excepcional ha adelantado el periodo de incendios y ha levantado las alertas de los expertos meteorológicos.

La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha alertado de que se está entrando «en un terreno inexplorado» a causa del cambio climático. «El cambio climático inducido por las actividades humanas nos ha dejado en los últimos años situaciones climáticas extremas no antes registradas, como la que estamos inmersos este año», señalan por medio de un hilo abierto en rede sociales.

Según apuntan, desde el pasado 1 de octubre se han registrado seis meses y medio «sin precedentes» respecto al déficit de lluvia y la anomalía cálida vivida en la Comunitat Valenciana. Concretamente el déficit medio de precipitación es del 73% y la anomalía de temperatura de +2.3º.

Aemet resalta que la franja litoral y prelitoral es donde más déficit se acumula. Según apuntan, en estas zonas «no ha llovido ni el 25% de lo normal, con lo que el déficit es superior al 75%».

«Este déficit de precipitación está muy relacionado con circulaciones de viento de poniente, que dejan precipitaciones abundantes en la vertiente atlántica. Estas masas de aire, por distintos efectos combinados, llegan resecas y muy cálidas al litoral mediterráneo», explican.

LA ESCASEZ DE LLUVIA Y LAS ALTAS TEMPERATURAS, CLAVES EN LA PROPAGACIÓN DE INCENDIOS

Ese cambio climático que ha alterado las lluvias y temperaturas es lo que está afectando en la propagación de incendios en la Comunitat. «La combinación de altas temperaturas y viento de poniente de las últimas semanas, con la escasez de lluvia de los últimos meses, ha dado lugar a que la capa superficial del suelo esté muy seca en el 100% del territorio«, resaltan desde Aemet.

Esta situación ha dado pie a la propagación de incendios fuera del verano: al principio de la primavera en el caso de Villanueva de Viver y Tàrbena y a mediados del otoño en Montitxelvo, todos ellos tras «tres anómalos periodos muy secos y muy cálidos».

En el incendio que se declaró en Villanueva de Viver en marzo de 2023 y calcinó 4.723 hectáreas «se desarrolló tras un periodo muy seco y anormalmente cálido». Según los expertos, esta situación «dio lugar a que la capa superficial del suelo estuviese muy seca en el 100% del territorio».

Algo similar sucedió en Montitxelvo en noviembre de 2023 cuando la Comunitat Valenciana estaba «al principio de este anómalo y prolongado periodo extremadamente cálido y seco que aún continúa.

Sin embargo, resaltan que hay una «gran diferencia» entre estos fuegos y el de Tàrbena. Tal y como apuntan, los dos primeros tuvieron lugar en unas condiciones meteorológicas «muy adversas» donde había «vientos terrales de poniente fuerte».

LAS OLAS DE CALOR Y LAS SEQUÍAS IRÁN EN AUMENTO

Por el contrario, en el incendio de estos días se ha dado con «una situación poco favorable para una rápida propagación». «Con la gran sequedad del terreno, los índices de ignición son altos, pero con viento flojo y brisas, la propagación de los incendio no es muy alta, ya que las condiciones meteorológicas no favorecen esa rápida propagación», explican desde Aemet.

El incendio de Tàrbena ya está estabilizado y esta mañana han indicado desde Emergencias una «buena evolución». Durante la noche no se ha modificado el perímetro y se han movilizado vuelos con drones. A la par, se ha desmoviliza también el camión del Puesto de Mando Avanzado y el vehículo de comunicaciones SATCOM de Emergencias.

Pese a que parece que el fuego va apagándose en el territorio valenciano, los expertos piden no bajar la alerta. Se cree que estos «episodios extremos compuestos» seguirán en auge por el cambio climático y «con alta probabilidad» se prevé que las olas de calor y las sequías en nuestro entorno geográfico vayan en aumento.