Maribel Vilaplana rompe su silencio: "Mazón no estaba incomunicado, atendía llamadas y mensajes”
La periodista Maribel Vilaplana, a su llegada a los juzgados. / MANUEL BRUQUE (EFE)

Pasaban apenas tres minutos de las nueve de la mañana cuando Maribel Vilaplana ha llegado a los juzgados de Catarroja entre una gran expectación mediática. Decenas de periodistas, cámaras de televisión y curiosos se agolpaban frente a la puerta del edificio judicial donde la comunicadora debía declarar como testigo en la causa penal que investiga la gestión política y administrativa de la DANA del 29 de octubre de 2024.

Su llegada ha coincidido con otro momento clave de la jornada: la comparecencia en Valencia del president Carlos Mazón, quien a esa misma hora, en el Palau de la Generalitat, anunciaba oficialmente su dimisión tras una semana de máxima presión política y mediática.

Vilaplana, visiblemente afectada, ha recorrido en silencio los escasos 30 metros que separaban su coche de la puerta del juzgado, sin responder a las preguntas de la prensa. La periodista, que fue ingresada el sábado por una crisis de ansiedad, ha intentado mantener la compostura mientras un hombre, hijo de una víctima mortal de la DANA, le gritaba entre lágrimas: «Cuenta la verdad, por mi madre, que se me aparece su cara llena de barro».

La sesión, que se ha prolongado durante varias horas, ha estado centrada en la polémica comida que la periodista mantuvo con Mazón en el restaurante El Ventorro de València el mismo día que la riada causaba más de 200 muertes en la Comunitat Valenciana.

Un testimonio clave para esclarecer la cronología

La Audiencia Provincial de Valencia ordenó su citación tras estimar el recurso de la acusación particular. Consideró que su testimonio podía aportar datos relevantes sobre las horas críticas de la tarde del 29 de octubre, cuando se produjeron las primeras inundaciones en Utiel.

Durante su declaración, Vilaplana ha aclarado que no conserva el ticket del aparcamiento del parking Glorieta-Paz, donde estacionó tras la comida. Sin embargo, ha facilitado la matrícula de su vehículo y los datos del pago con tarjeta para que el juzgado solicite la información a la empresa.

La periodista también ha insistido en que no mantiene una relación de amistad con Mazón, limitando su contacto al ámbito profesional. «No tengo amistad ni enemistad con él», ha respondido ante la jueza.

“No vi el vídeo. Me atormenta no haberlo abierto”

Uno de los puntos más esperados era la pregunta sobre el supuesto vídeo de las inundaciones de Utiel que habría mostrado al entonces president durante el almuerzo. Vilaplana ha asegurado que ese archivo formaba parte de un chat familiar y que nunca lo llegó a abrir.

Maribel Vilaplana a su llegada a los juzgados de Catarroja. / MANUEL BRUQUE (EFE)

Según ha explicado, durante la comida era Vilaplana quien tenía el móvil guardado y el president quien estaba pendiente del teléfono. «Yo el móvil lo tengo guardado, lo saco en uno de esos momentos que sale Mazón y pongo un emoticono. Ni lo abro. No vi el vídeo. Me atormenta no haberlo abierto, de hecho«.

También ha descrito el ambiente durante la comida: «El presidente no estaba incomunicado porque atendía al teléfono, escribía y llamaba. Tengo la percepción de que hablaba poco. Me hacía gestos, en plan, ‘un minuto’. Iba y venía». Además, ha destacado que no recuerda si en ese tiempo el entonces president de la Generalitat llevó a rechazar llamadas. «Me estalla la cabeza. ¿Cómo pudo hablarme con normalidad? Creo que no sabía nada, si no no es posible», ha admitido.

Vilaplana ha añadido que durante el encuentro no se habló de la DANA ni de lluvias, sino de posibles colaboraciones profesionales. «Nunca me comentó que habló con Pradas. No oí nada de DANA, lluvias, Cecopi…», ha reconocido. Según la periodista, la comida se centró en cuestiones de comunicación política.

Un contexto marcado por la dimisión de Mazón

Mientras Vilaplana respondía ante la jueza, en Valencia, Carlos Mazón comparecía ante los medios para anunciar su dimisión como president de la Generalitat. En su declaración institucional, Mazón asumía «errores propios» en la gestión de la catástrofe y pedía «perdón sin cálculo político ni mala fe».

El expresident admitía que debió cancelar su agenda el día de la tragedia y desplazarse a las zonas afectadas. «Yo debí haber tenido la visión política de cancelar mi agenda y desplazarme a Utiel. Permití que se estableciera en el imaginario colectivo la presencia de un presidente ausente».

La coincidencia de ambos acontecimientos ha teñido la jornada de un fuerte simbolismo político y mediático. La investigación sigue abierta y la declaración de Vilaplana podría ser determinante para fijar la línea temporal exacta de las comunicaciones del president durante las horas críticas.

Por su parte, Mazón deja su cargo tras una gestión marcada por la tragedia y la controversia. Aunque ha descartado un adelanto electoral, aún se desconoce quién asumirá la presidencia de la Generalitat y si él conservará su escaño en Les Corts.