La familia del asesino del caso Alcàsser se sienta en el banquillo
La familia de los hermanos Anglés.

Los tres hermanos Anglés o mejor dicho, ahora los Martins Monroig por el cambio de apellidos que realizaron años después de producirse la desaparición de su hermano Antonio, principal sospechoso de los crímenes de Alcásser, han acudido hoy a la Ciudad de la Justicia de Valencia para declarar.

Los Anglés, junto a una cuarta persona, se enfrentan a una pena de entre cinco a doce años de prisión. Los tres están acusados de extorsión con delito leve de lesiones, tenencia ilícita de armas y delitos contra la salud pública.

Según relata el escrito del fiscal recogido por El Español, los hechos se remontan al 21 de diciembre de 2017. Fue ese día cuando Carlos, el menor de la familia y cabecilla del grupo, citó a su socio en su casa de Massanassa. Lo que parecía que sería una reunión de trabajo por la gasolinera que tenían en común en Yecla, terminó convirtiéndose en una pesadilla para el denunciante.

ASÍ FUE LA TARDE DEL SUCESO

Los Anglés y un sicario esperaron en el coche al socio de Carlos. Cuando este llegó lo abordaron con pistolas e incluso le amenazaron con clavarle una jeringuilla infectada de sida. Allí le recriminaron un robo de 500.000 euros que el empresario negó haber cometido. Los acusados le obligaron a poner a nombre de Carlos las acciones de la gasolinera para cubrir el coste del supuesto robo.

Ante la negativa del socio de Anglés, los hermanos y el sicario agredieron al empresario con patadas y puñetazos. Finalmente cedió al chantaje y acudió en compañía de estos a un notario para cambiar las acciones. Tras la firma, los Anglés le abandonaron en un polígono industrial de Picanya. Allí exigieron al empresario guardar silencio y no denunciar, algo con lo que no cumplió.

Según apuntan, todo fue un plan de Carlos Anglés para quedarse con el negocio. El objetivo era ser el dueño de la gasolinera a coste cero. Por ello, maquinó el plan que le ahorraría la compra. Tras esto obtuvo el 40% de las acciones restantes que necesitaba para hacerse con la totalidad del negocio.