Ni la comunidad china asentada en Valencia ni sus negocios están pasando por su mejor momento. Aunque en los carteles de las persianas de estos negocios ponga «cerrado por vacaciones», lo cierto es que cierran por miedo al coronavirus. Muchos chinos han decidido no abrir sus comercios en plenas Fallas y aislarse voluntariamente.
La mayoría de estos locales levantarán la persiana el 20 de marzo, justo después de Fallas. Según la Federación de Asociaciones Chinas de la Comunitat Valenciana, los propietarios de estos bares consideran insuficientes las medidas en Valencia para prevenir el virus. Se basan en las decisiones estrictas adoptadas en su país.
El miércoles pasado la Federación se reunió con el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, para dar una posible solución al cierre generalizado. Pese a que desde esta Federación se ha unido a las instituciones y ha pedido calma, ha servido de poco. «La mayoría de locales han decidido por su cuenta cerrar hasta que se pasen las fiestas», ha declarado la Federación.
Más allá de la capital del Turia
Esta decisión no solo afecta a la capital, sino que en el área metropolitana de Valencia, Castellón y Alicante también han cerrado locales chinos. Entre las zonas más afectadas se encuentra Pelayo y la Saïdia. En el área metropolitana, Manises es uno de los municipios que más ha notado este fenómeno. En Alicante y Elche, varias tiendas de alimentación también han colgado el «cerrado por vacaciones».
Además, algunas de las capitales del país como Madrid o Barcelona viven el mismo fenómeno. Pese a no tener una fiesta multitudinaria como las Fallas, el miedo en la comunidad china sigue en aumento en toda España.