El temporal de lluvia y viento que ha afectado a la Comunitat Valenciana esta Semana Santa ha finalizado tras dejar registros históricos de lluvia, como los 302 litros por metro cuadrado en solo 24 horas en Xàbia (Alicante), y el anuncio del Consell de ayudas para los municipios afectados.

La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha informado de que no hay ya activo ningún aviso meteorológico en la Comunitat. Según Aemet, en Xàbia se llegaron a acumular 302 litros en 24 horas, mientras que en la ciudad de Alicante este es el tercer abril más húmedo, con 124 l/m2 acumulados, por detrás de los 144 de 1946 y los 128 de abril de 1954.

El director general de la Agencia de Seguridad y Repuesta a las Emergencias de la Generalitat, José María Ángel, ha anunciado tras reunirse con el alcalde de Xàbia que el próximo pleno del Consell aprobará un decreto para facilitar ayudas a los ayuntamientos afectados por el temporal de lluvias, viento y fenómenos costeros de esta Semana Santa.

Ha recordado que estos decretos se suelen aprobar «en cualquier emergencia natural que se produce, bien de incendio o de lluvia», y así se hizo en los episodios de lluvias de octubre y noviembre, tanto para las comarcas de Castellón como las de Valencia, y en el episodio de nevadas.

Durante el fin de semana han tenido que ser rescatadas más de un centenar de personas que quedaron bloqueadas con sus vehículos, o sus viviendas inundadas.

Varias personas observan los daños causados en la Playa Cala Bosque, La Zenia, Orihuela. EFE/Marcial Guillén

Semana Santa catastrófica para el sector hostelero

Para el sector hostelero, la Semana Santa de la Comunitat Valenciana ha sido «catastrófica» por las adversas condiciones meteorológicas, e incluso en algunos locales de costa las reservas han caído hasta en un 80 por ciento respecto a años anteriores.

El presidente de la Federación de Hostelería de Valencia (FEHV), Manuel Espinar, ha afirmado que no recuerdan una Semana Santa tan negativa como la de este año.

Según Espinar, las reservas en algunos establecimientos hoteleros se han reducido en más de un 50 % y en locales de costa han llegado al 80 %, ya que no han podido abrir por las noches, una situación que, afirma, «es irreversible» por lo que se ha dejado de facturar.