300 churrerías falleras se someten al examen de Sanidad: ¿Qué comprueban los técnicos?
Puesto de chocolate y churros en el centro de Valencia.

Desde la Concejalía de Sanidad y Consumo se comprueba que todas las churrerías instaladas en Valencia con motivo de las Fallas cumplan con las medidas higiénicas sanitarias. El Bando Fallero marca la pauta y establece la normativa que todos los puestos de venta de churros tienen que cumplir.

Un total de 158 puestos de venta de churros están instalados en las calles de Valencia desde el día 24 de febrero hasta el 19 de marzo; 136 corresponden a puestos de fallas y 22 corresponden a bares.

José Gosálbez, concejal de Sanidad y Consumo, durante las inspecciones realizadas esta semana ha informado que hasta el momento llevan 300 controles «y vamos a seguir haciéndolos hasta el 19 de marzo». «La salud de los valencianos y de los visitantes durante estas Fallas son una prioridad para esta concejalía».

El concejal de Sanidad y Consumo durante las inspecciones sanitarias a llos puestos de churros y buñuelos.

En la ciudad ha aumentado en 18 el número de puestos con respecto al año anterior y desde el Área de Sanidad y Consumo se realizan inspecciones de manera periódica. «Se realizan de manera aleatoria, es decir, por sorpresa y pueden ser a cualquier día de la semana y a cualquier hora».

¿QUÉ SE COMPRUEBA EN LAS CHURRERÍAS FALLERAS?

Los inspectores técnicos miden la calidad del aceite con un medidor de compuestos polares. Además, todos los puestos tienen que estar conectados a la red municipal de abastecimiento de agua. «Es condición fundamental y somos muy estrictos en el cumplimiento de la normativa», ha asegurado Gosálbez.

Los ocho técnicos que realizan las inspecciones supervisan las condiciones sanitarias de cada puesto. Controlan que se cumplan las prácticas de manipulación, la conexión de red, que dispongan de calentador de agua, de grifo de accionamiento no manual y que se utilicen toallas de un solo uso. También se toman muestras de agua en el momento para comprobar el estado microbiológico y químico.

Inspección sanitaria de una churrería.

El concejal ha aclarado que «no solo controlamos la cuestión del aceite o del acceso del agua, también controlamos los precios y es algo que nos parece fundamental por los derechos de los consumidores«.

«Desde el área de consumo se comprueba que todas las churrerías tengan en lugar visible la lista de precios, dispongan de hojas de reclamaciones y que se emita ticket si lo demanda el cliente. Actuamos en favor de la protección de los derechos de los consumidores», ha sentenciado.