El barco Aquarius con 629 refugiados se dirige hacia Valencia y se prevé que la embarcación atraque en el puerto entre el sábado y el domingo. Los motivos por los que no se sabe la hora exacta de la llegada es por el mal tiempo que hay en alta mar. Uno de los responsables de la ONG SOS Mediterranée y Médicos sin Fronteras, aseguran que la solas alcanzan los tres metros de altura y que con esas circunstancias es muy complicado hasta mantenerse en pie.
A estas horas, el barco se encuentra cercano a la isla de Cerdeña y los cooperantes que se encuentran a bordo tienen la misión de suministrar medicamentos y aliviar los síntomas de algunas de las personas que se encuentran enfermas. Añaden que llevan cinco días encerrados en un barco y aun quedan dos jornadas enteras hasta poder llegar a buen puerto.
Los cooperantes aseguran tranquilos que los niños son los que menos están sufriendo las calamidades de este “viaje de esperanza” ya que tiene un barco enorme para jugar y es o hace que estén entretenidos y la tripulación se ha volcado con ellos para que estén lo mejor posible.
En cuanto a la rutina diaria de los adultos, desde la ONG cuentan que muchos de ellos dibujan y conversan entre ellos para evitar mareos. El Aquarius transporta a 51 hombres, 45 mujeres y 10 niños, mientras que el resto de refugiados se reparten entre las otras dos embarcaciones.
La última vez que el barco atracó en un puerto fue ayer en Sicilia para repostar y recoger suministros. Ahora zarpa, sin descanso, rumbo a Valencia.