La temperatura del Mediterráneo, muy por encima de lo habitual en esta época del año
La temperatura del Mediterráneo, muy por encima de lo habitual en esta época del año. Climate Change Institute / University of Maine

El intenso episodio de calor que atraviesa España no solo se hace sentir en tierra firme. Las aguas del mar Mediterráneo, especialmente en su parte occidental, están alcanzando temperaturas inéditas para esta época del año, con valores entre 5 y 6 grados por encima de lo habitual, según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).

Frente a las costas de València, la temperatura del mar ha superado este martes los 28 °C, un dato que confirma la tendencia preocupante de los últimos veranos. Aún más alarmante es el registro obtenido en la boya de Dragonera, en Mallorca, donde el termómetro marcó 30,02 °C a las 15:55 horas de ayer, una cifra propia de latitudes tropicales.

Este calentamiento marino no es un fenómeno puntual. En los últimos inviernos, el Mediterráneo ha dejado de descender por debajo de los 14 o 15 grados, cuando hace apenas una década lo habitual eran temperaturas invernales cercanas a los 12 grados. Esta evolución está acelerando lo que muchos ya describen como una “tropicalización” del Mediterráneo, con consecuencias que afectan directamente a la fauna y flora marina.

Las aguas del Mediterráneo registra la temperatura más alta de su historia
Un hombre camina por la playa / ROBER SOLSONA (EUROPA PRESS)

GRAVES CONSECUENCIAS EN EL ECOSISTEMA Y FENÓMENOS METEOROLÓGICOS EXTREMOS

Las altas temperaturas reducen los niveles de oxígeno disuelto en el agua, alteran los sedimentos marinos y provocan mortandades masivas en especies sensibles. Un ejemplo claro son las tellinas, un molusco habitual en nuestras costas que empieza a morir cuando el agua alcanza los 28 grados. Su recuperación es cada vez más difícil, ya que estas condiciones extremas se repiten año tras año, afectando también a otras muchas especies cuya capacidad de adaptación es mucho más lenta que el ritmo del calentamiento.

Además del grave impacto ecológico, este aumento anómalo de la temperatura del mar también eleva el riesgo de fenómenos meteorológicos extremos en la cuenca mediterránea. Un mar más cálido alimenta con más energía a las tormentas, lo que podría traducirse en episodios de lluvias torrenciales más intensas, como las conocidas gotas frías o DANA. Estas pueden descargar grandes cantidades de agua en muy poco tiempo, con consecuencias devastadoras para núcleos urbanos, infraestructuras y campos de cultivo.

Autovía de Torrent tras el paso de la DANA
Autovía de Torrent tras el paso de la DANA

Otro efecto preocupante es la posible intensificación de las olas de calor costeras, ya que el mar actúa como regulador térmico. Con temperaturas tan elevadas, su capacidad para refrescar el ambiente disminuye, lo que contribuye a noches tropicales más frecuentes y prolongadas, y a una mayor persistencia del calor extremo en las ciudades del litoral, como València.

El Mediterráneo se está calentando a un ritmo que altera no solo el equilibrio ecológico, sino también el comportamiento del clima en la región. Lo que antes eran eventos excepcionales, ahora podrían convertirse en parte del nuevo escenario climático del litoral valenciano.