Una madre denuncia en los medios de comunicación que su hijo lleva diez años sin salir de su habitación para jugar a videojuegos. El joven solo sale de casa por una urgencia como un hinchazón en los dedos de los pies. La madre solo puede entrar para limpiar la habitación. La progenitora asegura que tiene agorafobia y necesita medicación.

A pesar de tener cualidades físicas para el deporte, ya que mide 1,90 de estatura, se pasa horas y horas viendo series, películas o vídeos de Youtube que explican juegos. Su madre recuerda que antes era más afable y un buen estudiante. Llegó a tener la nota máxima en Administración de Empresas, incluso trabajaba.

La madre asegura que de repente todo cambio, llegaron los primeros suspensos y se dejó los estudios. A esto hay que añadir que sufrió una lesión deportiva en la rodilla que desanimó para seguir haciendo ejercicio.

Lo único que ha podido hacer la madre es pedir una revisión psiquiátrica en un juzgado. El diagnostico siempre es el mismo, que su hijo está bien, que es así por su propia voluntad. Incluso algunos amigos se han preocupado por él, intentaban sacarle de casa aprovechando su cumpleaños, pero no había manera. La hermana del joven también ha intentado ayudarle pero no quiere cambiar su rutina.