Cuatro meses después de la devastadora DANA que azotó la provincia de Valencia, Riba-roja de Túria vuelve a enfrentarse a un episodio de lluvias que amenaza con agravar los daños. Con el terreno saturado de agua y cauces aún afectados por los arrastres, el Ayuntamiento ha reactivado todos los protocolos de emergencia para minimizar el impacto de las precipitaciones.
El alcalde de la localidad, Robert Raga, ha explicado la preocupante situación desde la orilla del río Túria, donde el puente provisional construido por el Ejército de Tierra ha tenido que ser cerrado debido a la crecida de las aguas.
Dicha infraestructura de emergencia es clave para la comunicación del casco urbano con municipios vecinos como l’Eliana, San Antonio de Benagéber y la Pobla de Vallbona, así como con 1.800 viviendas de urbanizaciones de la zona, lo que ha obligado a los residentes a tomar rutas alternativas.
El Centro de Coordinación Operativa Municipal de Riba-roja (Cecopal) mantiene reuniones diarias para evaluar la evolución del episodio meteorológico y coordinar las acciones preventivas. Especial preocupación generan los tres cauces que cruzan el municipio: el Túria, el barranco del Poyo y el del Pozalet. La situación se vio agravada el lunes por el desembalse de agua desde la presa de Buseo, dependiente de la Generalitat, que incrementó el caudal sin previo aviso al Ayuntamiento.
La delegada de Gobierno se desplaza a Riba-roja de Túria
La delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Pilar Bernabé, ha visitado la zona para supervisar el estado del río y analizar las posibles medidas a tomar. Mientras tanto, el consistorio ha decretado restricciones de movilidad en los polígonos industriales y ha desplegado bombas auxiliares para drenar el exceso de agua en la balsa del Parque Logístico Valencia (PLV). A pesar de que el nivel del Túria ha descendido, el Ayuntamiento mantiene la alerta y recomienda evitar circular por las vías próximas a los cauces.
Aemet ha subido la alerta por lluvias a nivel naranja en toda la provincia de Valencia, y las autoridades locales continúan monitoreando la evolución meteorológica con el fin de prevenir nuevos desbordamientos y minimizar riesgos para la población.