El Reloj del Juicio Final es un símbolo para advertir del tiempo que nos queda en la Tierra por el comportamiento de la humanidad. Actualizan sus manillas teniendo en cuenta los peligros potenciales como armas nucleares, tecnologías peligrosas o catástrofes naturales producidas por el cambio climático.

Una forma de denunciar comportamientos antropocéntricos dañinos. Resaltan los últimos acontecimientos mundiales como la guerra en Ucrania, escalada armamentística, crisis energética y alimentaria. Por ello, el Boletín de Científicos Atómicos de la Universidad de Chicago (EEUU) han acercado el minutero del Reloj del Fin del Mundo como nunca antes a la “medianoche”.

El reloj fue diseñado por el artista estadounidense Martyl Langsdorf en 1947. Lo administran los especialistas del Boletín de Científicos Atómicos de la Universidad de Chicago (EEUU). Alertan que queda menos para nuestra completa extinción. Los científicos resaltan que, a pesar de la cercanía de una catástrofe total, están convencidos de que la humanidad puede manejar los peligros que afronta frente a las tecnologías divergentes.

El reloj está ahora a minuto y medio de la medianoche, lo más cerca que ha estado nunca de una catástrofe mundial. En los últimos años se había mantenido a 100 segundos. El informe subraya que contactos sostenidos y de alto nivel entre militares estadounidenses y rusos reduciría la probabilidad de un error de cálculo.