A menos de 20 kilómetros de Valencia, en el corazón de la comarca de l’Horta Nord, se encuentra el pueblo con el territorio más pequeño de España. Emperador tiene una superficie de solo 0’03 kilómetros y en el que sus 687 habitantes censados suman otro récord.

Emperador no puede crecer más. Sus 10 calles están totalmente urbanizadas y su término municipal rodeado por Museros, del que volvió a independizarse 1985.

Así el espacio es oro y la plaza del Ayuntamiento acoge el consistorio, el gimnasio, una cancha de baloncesto, un parque y el corro de los toros. Una limitación que comporta carencias. Sin embargo, sus vecinos destacan la tranquilidad de vivir en la población. Entre los edificios más destacados del pueblo destacan la ermita de la Virgen del Rosario, construcción sencilla con una única fachada, quedando el resto del edificio lindando con otras edificaciones. Celebran sus fiestas patronales durante cuatro días durante el primer fin de semana de septiembre, en honor a la Virgen del Rosario y al Cristo de la Misericordia

Vivir en el pueblo más pequeño y denso de España tiene ventajas e inconvenientes. Sin embargo, los venteros y venteras no lo cambian por nada. El núcleo urbano se sitúa al borde de la antigua carretera de Valencia a Barcelona (N-340), pasando por sus cercanías la CV-300, desde la cual se puede acceder también.