Los colegios valencianos reabren sus puertas para iniciar el "curso de la recuperación"
Un empleado limpia mesas en un aula vacía antes del inicio del curso. / FOTO: Eric Gaillard (Reuters).

La vuelta al cole 2020 no está libre de polémica ante la incerteza del coronavirus. Aunque son muchos los padres que esperaban con ansias esta fecha para retomar la normalidad familiar, otros miran con recelo el regreso al colegio.

A pesar de la inversión económica realizada para tomar medidas de protección e higiene, muchos padres temen al coronavirus. Contraer la COVID-19 en el seno familiar o que los niños puedan transmitírselo a personas mayores o de riesgo, es uno de los principales miedos del curso.

LOS 6 CASOS QUE SÍ PERMITIRÍAN EL ABSENTISMO ESCOLAR

No obstante, en España la justicia es clara en este aspecto y la educación es obligatoria de 6 a 16 años. Por ello, el no llevar a los niños al colegio durante este curso podría conllevar problemas legales para los progenitores.

Sin embargo, existen excepciones para evitar problemas de absentismo escolar. Por un lado, si se tiene un niño menor de 6 años éste sí estaría exento de volver al colegio. Por otra parte, pueden evitar regresar a las aulas niños enfermos; menores con residencia en un país extranjero o si se da itinerancia de los padres o tutores.

Si el pretexto del absentismo es el coronavirus, hay obligación de que los niños acudan a las aulas. La excepción sería que se diera el cierre del centro por causas de gravedad ante la pandemia. En caso de que el colegio esté abierto pero los padres opten por no llevar a sus hijos a clase, éstos tendrán que demostrar ante las autoridades competentes que el centro escolar no está cumpliendo con las medidas de seguridad e higiene adecuadas ante la pandemia.

LOS PROBLEMAS LEGALES DE NO VOLVER AL COLEGIO

Cuando un centro escolar detecta absentismo escolar por parte de un alumno se activa el protocolo de actuación. Ésta arranca cuando el menor de edad no va al 20% de las clases durante un mes y sin justificación alguna.

El colegio debe alertar a la comisión municipal e intervienen los servicios sociales de la localidad. Esto puede causar a los padres penas que van de los 6 meses a los 6 años de prisión.