Las polillas gigantes invaden Valencia
Una polilla de la especie Autographa gamma.

Una explosión inesperada de polillas gigantes ha tomado Valencia. La especie Autographa gamma, también conocida como mariposa plusia, ha aparecido de manera sincronizada y masiva en buena parte de España, y la capital del Turia no se ha librado.

Con un tamaño cercano a los 5 centímetros y una mancha plateada característica en sus alas, estos insectos nocturnos han revolucionado las redes sociales y provocado un sinfín de anécdotas entre los vecinos.

El fenómeno, ampliamente documentado en regiones como Murcia, Castilla-La Mancha, Madrid o Cataluña, ha irrumpido también en la Comunitat Valenciana, especialmente en Valencia capital y Castellón. Muchos residentes reconocen haber vivido experiencias incómodas con estos insectos dentro de sus hogares.

Cambio climático y ausencia de depredadores: claves de su aparición

La proliferación de estas mariposas nocturnas tiene su origen, principalmente, en los efectos del cambio climático. Factores como inviernos más suaves de lo habitual, primaveras marcadas por una elevada humedad y un incremento repentino de las temperaturas han creado el escenario propicio para una eclosión masiva y sincronizada de esta especie.

A este fenómeno se suma la progresiva desaparición de sus depredadores naturales en los entornos urbanos. Animales como los murciélagos, antaño frecuentes en los cielos de la ciudad, se han alejado, dejando vía libre a estos insectos para reproducirse sin obstáculos. En tono irónico, algunos especialistas apuntan que solo los gatos domésticos parecen colaborar en esa labor de control.

La especie protagonista de este episodio es la Autographa gamma, una polilla conocida pero poco frecuente en concentraciones tan elevadas. Sus orugas se alimentan de hortalizas, leguminosas y frutales, aunque los ejemplares adultos apenas viven unas semanas y no se alimentan durante ese tiempo. Normalmente, su presencia se limita a la primavera y el otoño, pero en esta ocasión el ciclo ha sido inusualmente intenso.

A pesar de la sorpresa que ha supuesto su aparición masiva, se espera que esta situación se estabilice conforme avance la temporada y las temperaturas sigan ascendiendo. Hasta entonces, los vecinos deberán acostumbrarse a compartir las noches con estos visitantes alados, inofensivos pero inquietantes, que han convertido las veladas primaverales en una experiencia casi cinematográfica.

Las polillas no son peligrosas, pero sí molestas

Desde el Ministerio para la Transición Ecológica se insiste en que no son peligrosas. No pican, no muerden ni transmiten enfermedades. Su única amenaza es el susto que provocan o la posible alergia a las escamas que desprenden. Tampoco son consideradas plaga al no suponer un riesgo para la salud pública, aunque su invasión es innegable.

Desde Lokímica recomiendan no usar insecticidas indiscriminadamente para evitar dañar a otras especies beneficiosas. Algunos consejos para mantenerlas fuera de casa son:

  • Apagar las luces exteriores por la noche, especialmente las blancas, ya que atraen a estos insectos.

  • Usar plantas aromáticas como lavanda, menta, laurel o romero, cuyos olores resultan desagradables para las polillas.

  • Mantener una correcta higiene en casa y revisar la ropa tendida antes de guardarla.

  • Si una se cuela en casa, abrir ventanas y dejar que salga sola.