Esta pequeña localidad alicantina se ha convertido en uno de los pueblos pioneros en el reciclado de residuos urbanos de la Comunitat Valenciana. En febrero de este año, el municipio sustituyó los contenedores ubicados en las calles para implantar un sistema de recogida de basura en la puerta de cada casa. Tan solo los vecinos deben verter los residuos orgánicos en el cubo negro y los de envases, vidrio o papel y cartón en los cubos blancos.
Cada día se sacan a la puerta de casa dos tipos de residuos en dos cubos diferentes; cada uno cuenta con un chip con el que el Ayuntamiento hace un seguimiento del comportamiento del usuario. Si la basura no está bien separada, se queda sin recoger y un educador medioambiental se pone en contacto al día siguiente con el usuario para saber dónde está el problema y ayudarle a resolverlo.
El ayuntamiento entregó a todos los residentes un kit formado por dos cubos: uno, para la orgánica y el otro, para las restantes fracciones. Además de entregar un pequeño cubo aireado para poder separar la orgánica de forma más sencilla dentro de casa y unas bolsas reutilizables para ayudar a separar las diferentes fracciones. Pero para seguir con las rutinas del vertido, hizo entrega de un calendario y un imán para la nevera donde se establecen los días de recogida. Asimismo, las bolsas compostables para depositar los residuos orgánicos las proporciona gratuitamente el ayuntamiento a todos sus vecinos.
Además del sistema Puerta a Puerta (PaP) para verter algunos materiales como grandes cantidades de cartón, los vecinos se han de desplazar a unos puntos indicados en el pueblo, donde introduciendo una clave personal da permiso para introducir el material en unas casetas.
El aumento del reciclaje
Orba está de enhorabuena porque este pueblo que tiene censados 2.050 habitantes, prácticamente ha quintuplicado su índice de reciclaje, de un 17% en enero de 2018 (antes del sistema de basuras) hasta casi llegar al 82% en abril, según datos del propio ayuntamiento.00
