Eduardo Arroyo, una de las figuras clave del arte contemporáneo español más reciente, es el protagonista de la nueva exposición de la Fundación Bancaja. Integrada por más de 80 obras es una de las retrospectivas de referencia en la exhibición del artista internacional y la primera que se realiza en España tras su muerte en 2018.
Marisa Oropesa es la comisaria de la exposición que mostrará las diversas disciplinas que abordó Arroyo en su producción artística con presencia tanto de pinturas como de esculturas, dibujos y collages. El recorrido expositivo viajará por la trayectoria creativa de Eduardo Arroyo a lo largo de más de 50 años con piezas que van desde los años 60 hasta 2018. Así, a través de su visita, el visitante podrá profundizar en sus dos etapas creativas: durante su exilio a París y después del exilio tras la muerte de Franco.
Grandes formatos, colores y crítica voraz
En la exposición se puede apreciar su predilección por los grandes formatos, la vivacidad de colores, su inclinación hacia la neofiguración, la ausencia de profundidad espacial o el aplanamiento de la perspectiva. El recorrido por la sala permite conocer las imágenes más representativas de su iconografía, como los boxeadores, los deshollinadores, los toreros, las flamencas o las moscas. Su obra está marcada por la oposición clara y firme contra la dictadura franquista y la violencia, una postura que se refleja en su trabajo a través de la ironía y la crítica.
En esta se aprecia su habilidad para descontextualizar los tópicos de la cultura española y su pasión por la escritura, que se atestigua no solo en extractos de sus textos presentes en la sala.
Dentro del programa de mediación cultural y artística, la Fundación Bancaja ofrece también talleres didácticos gratuitos vinculados con la exposición y dirigidos a escolares, personas con diversidad funcional, personas en riesgo de exclusión social y personas mayores.