La localidad de Santa Pola no maravilla únicamente por sus playas, sino que también ofrece el Mirador del Faro, uno de los rincones más impresionantes de Alicante. Es un lugar idóneo para desconectar y disfrutar de las olas del mar presenciando unas vistas espectaculares. Si el tiempo lo permite, desde el mirador se observa gran parte de la Costa Blanca, la Isla de Tabarca e incluso el Peñón de Ifach.
Fue en 2015 cuando el Ayuntamiento de Santa Pola promovió la construcción de dos pasarelas de metal conectadas entre sí. La primera pasarela serpentea de manera paralela al borde del acantilado donde está ubicado. Mientras que la segunda, se erige en dirección al mar. Ambas están colocadas de una forma que parecen que estén flotando sobre el acantilado. Esto permite poder realizar unas fotografías impresionantes donde prima la imaginación.
Justo al lado del mirador encontramos el faro, construido en 1858 sobre Ataloya, una antigua torre vigía del siglo XVI. Esta formaba parte de una red de torres costeras que se instalaron por Alicante para la protección contra los ataques de los piratas berberiscos.
Rutas por alrededor del Mirador del Faro
Este lugar cuenta con una pequeña ruta con restos de diferentes defensas antiaéreas construidas durante la Guerra Civil. La zona dispone de dos baterías de costa completas, una serie de galerías y un búnker.
Además, en la Sierra de Santa Pola discurre un sendero circular de corto recorrido por la PR CV 61. Tiene una duración de 13 kilómetros y es bastante sencillo de realizar ya que es totalmente llano y no hay desnivel. La ruta se puede comenzar desde el mismo mirador.