Manto ofrenda
Manto de la Virgen en 2017 / Flickr Luis PF

El manto de la Virgen de los Desamparados en este 2021 volverá a 1987. Esto implica que no tendrá dibujo previo y solo se respetará el blanco para el pecho. El resto del manto será multicolor y los ramos se irán colocando por orden de llegada. De esta manera se hizo la primera vez que se colocó la estructura de madera hace ya 34 años.

Este es el acuerdo al que, hace algo más de un mes, llegaron los vestidores con el concejal, Carlos Galiana. Los motivos para tomar esta decisión son varios y están relacionados con el cambio de fechas y las restricciones por la pandemia.

Josep García Bosch, coordinador de los Vestidors, afirma en una nota publicada por la Archidiócesis de Valencia que «por cuestiones como la repercusión de la pandemia o los impedimentos por ser días laborales no sabemos cuántos ramos vamos a tener y por eso no se puede seguir un diseño previo».

A ello se suma la dificultad de encontrar claveles en esta época del año. En España la producción nacional a finales de verano es inexistente y tener que importarlos aumentaría mucho el precio. Esto ha provocado que no se determine un único tipo de flor con la única excepción de no emplear flores largas.

EL «CADAFAL» MÁS ATRÁS DE LO HABITUAL

Además del cambio en las flores, el «cadafal», la estructura de madera empleada para situar las flores, estará colocada más atrás que nunca. El cambio de emplazamiento responde a una adaptación al cambio de rutas. Este año los falleros y falleras no saldrán por Caballeros pues la calle se utilizará como vía de acceso.

50 VESTIDORS PARA LA MARE DE DÉU

El grupo de vestidores está integrado por cerca de 50 personas, ocho de ellas mujeres en el último año de la Ofrenda. Con edades entre los 20 y los 60 años, han llegado a coincidir tres generaciones familiares. Todos ellos realizan esta labor con total devoción a la Mare de Déu.

Los Vestidors de la Virgen de los Desamparados cumplen estas Fallas 34 años de labor. La imagen es de 15 metros de altura y fue construida con madera por el artista fallero José Azpeitia. Esta se instala en la Plaza de la Virgen desde 1987 y ya ha sufrido varias reparaciones. Además, en octubre del pasado año su montador, Sergio Carrero, indicó al consistorio la necesidad de una reparación en profundidad del mismo.