La Policía Nacional del València ha desalojado sin incidentes el colegio mayor Luis Vives, de cuya ocupación iban a cumplirse dos meses el próximo sábado. El desalojo se ha llevado a cabo a primera hora de la mañana y los policías han identificado a las cinco personas que se encontraban en su interior, que han abandonado el edificio posteriormente.
La Policía ha entregado las llaves del colegio mayor a la Universitat y la situación en la zona es de total tranquilidad, según las mismas fuentes.
Desde que el pasado 1 mayo se produjera la primera ocupación de este edificio propiedad de la Universitat de València se ha intentado a través de un proceso de mediación que fuera desalojado de manera pacífica y mediante el diálogo, aunque finalmente ha sido una orden judicial la que ha conseguido ese desalojo.
El primer asalto al colegio mayor Luis Vives se produjo el pasado 1 de mayo, cuando una veintena de okupas entró en el edificio, lo que llevó a la Universitat de València, propietaria del edificio, a incrementar la vigilancia y reponer la valla provisional de seguridad que lo rodeaba.
Un día después, dos vigilantes de seguridad resultaron heridos al intentar impedir que otro grupo de okupas se sumara a los que ya estaban en el interior.
El 10 de mayo, un grupo de cuarenta personas desmontaron parte del vallado de seguridad que rodeaba el edificio y diez de ellos se introdujeron por las ventanas y sustituyeron a los cuatro okupas que permanecían en su interior.
La Universitat reforzó la seguridad con un doble vallado que no evitó un nuevo asalto el 12 de mayo, en el que un número indeterminado de personas rompieron las vallas y accedieron el edificio, tomando su control.
Este colegio mayor fue cerrado en 2012, después de que dos informes independientes y externos a la Universitat, así como un informe de la Unidad Técnica de la institución, detectaran «graves» déficit estructurales que impedían la utilización del edificio por los riesgos que podía suponer para la seguridad de las personas.